JUEVES, 19 de marzo de 2020.- En medio de la campaña y las medidas dispuestas por los gobiernos de Pinamar y Villa Gesell para evitar la llegada de visitantes a esas localidades balnearias y así frenar el avance del coronavirus, en las últimas horas circularon en las redes sociales imágenes de largas filas de autos y micros en los distintos accesos.
“En Pinamar tomamos la decisión de prohibir toda actividad vinculada a los servicios turísticos y gastronómicos, desde alojamientos hasta entretenimiento. No queremos que vengan, hay una situación internacional y hay que respetar los protocolos de aislamiento y la cuarentena”, tuiteó Martín Yeza, intendente de Pinamar, quien además dispuso además que se cortaran casi todos los ingresos a la ciudad. De hecho, sólo mantuvo uno con el objetivo de poder controlar a quienes entran a la ciudad en medio de la cuarentena preventiva y a pocos días del comienzo del fin de semana extra largo. Pese a esto, la postal que el propio jefe municipal publicó hace algunas horas muestra una importante cantidad de vehículos.
“Controlamos auto por auto, reitero una vez más: en la República Argentina, el único que puede restringir la libre circulación en el territorio de la República es el Presidente, con autorización del Congreso solicitando Estado de sitio”, escribió en sus redes sociales.
No es la única medida que ordenó Yeza. Es que aquel turista que quiera a pesar de todo viajar a Pinamar se encontrará con una ciudad prácticamente desolada. Según informó la Municipalidad, se restringió “toda actividad que implique concurrencia y permanencia de personas para el desarrollo de su actividad comercial”. Esto incluye hotelería y todo tipo de alojamiento turístico, así como también bares, confiterías y restaurantes. “Sólo se autorizará el servicio de venta de comida y bebida para llevar y el servicio de envío a domicilio, sin necesidad de anexar el rubro por el plazo señalado y extremando las medidas de bioseguridad del personal”, señala el decreto. Además, restringió el acceso a las playas. En Gesell ocurrió algo similar. Pese a las prohibiciones, cientos de personas ingresaron a través del sector sur, el único acceso habilitado por las autoridades, donde se revisó auto por auto. Esto ocasionó una gran aglomeración de personas y, según señalaron medios locales, muchos eran turistas, no residentes e incluso extranjeros.
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