SÁBADO, 25 de abril de 2020.- Estados Unidos ha superado la cifra de 50.000 muertos por el coronavirus. Este récord global, a una diferencia abismal de Italia, el segundo país en número de defunciones (25.550), se alcanzó después de que el jueves se registrarán otros 3.000 fallecidos, mientras el debate sobre la reapertura de negocios cobra más fuerza por la expansión de las solicitudes de paro, que suman más de 26 millones desde que a mediados de marzo se impuso la regla de la distancia social y el cierre general de negocios.
Al umbral de los 50.000 se llegó tras registrarse la primera muerte el pasado 6 de febrero. Sin embargo, el fallecimiento de esta mujer en California no se atribuyó al patógeno hasta esta semana. La difunta no había dado síntomas y tampoco había viajado al extranjero, por lo que se considera que el virus se encontraba en la comunidad desde hacía un tiempo.
Hasta que surgió este análisis, la primera víctima mortal se consideraba que se había producido el 29 de febrero en el estado de Washington, en el entorno del área municipal de Seattle.
El número de infectados en Estados Unidos asciende este viernes a cerca de 900.000 casos. La propagación de Covid-19 se ha extendido a todo el país, con una población por encima de los 320 millones de residentes. Esto hace que su proporción mortal sea inferior a la de otras naciones europeas.
Sin embargo, los científicos están convencidos de que EE.UU. reaccionó tarde a nivel federal, sobre todo por las señales más que contradictorias que dio el presidente Donald Trump, que inicialmente infravaloró la importancia del contagio.
El país está bajo la norma oficial de la distancia social hasta finales de este mes. Trump reiteradamente ha dicho que quiere que la apertura tenga lugar lo antes posibles. Pero este jueves, en su conferencia de prensa diaria, dejó caer que estas medidas excepcionales de mitigación se pueden mantener “hasta el inicio del verano e incluso más allá”.
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