SÁBADO, 27 de marzo 2021.- La ballena llevaba más de un día atada sin poder moverse, pero gracias a la intervención oportuna de un grupo de buzos, científicos y personal náutico de Ushuaia, lograron liberarla a tiempo, antes que se lastime más o termine muerta por ahogamiento.

Una ballena fue divisada en el Canal Beagle, atrapada en un “cabo”, -una especie de soga- de unas trampas de centollas. El animal estaba varado, podía lastimarse y corría riesgo de morir ahogada.

El día jueves un grupo de buzos que se encontraba en la zona de manera casual realizando buceo recreativo, lograron divisar al animal y trataron de soltarlo, pero a pesar de sus esfuerzos les fue imposible, ya que no contaban con los elementos ni la logística para semejante tarea.

Fue así que dieron aviso de la situación, y llegada la noche, de manera espontáneo un grupo de personas, compuesto por personal náutico, buzos y científicos del CADIC se juntaron para elaborar un plan para rescatar al animal al día siguiente.

Uno de los buzos que intervino en el rescate, Gonzalo Sabattini, relató al portal LaContraTAPA como fue la titánica tarea. “El día jueves, en la zona se encontraban unos buzos, que estaban buceando de manera recreativa. Vieron el animal, pero no lograron hacerla zafar”.

“Ya por la noche se armó una reunión para poder armar un grupo e ir a rescatarla. La verdad que fue una reunión espontanea, cerca de las 21 horas estas personas dejaron lo que estaban haciendo y se juntaron para poder ayudar a esta ballena. Esto quiero destacarlo, porque llegaron hasta científicos del CADIC que nos decían como movernos al lado de la ballena. Yo soy buzo, y nos instruyeron como movernos para no ser lastimados ni lastimar más al animal y poder ayudarlo. La verdad que esto es para destacar, porque salimos de esa reunión con un plan A, B y C, en caso que falle alguno de los anteriores” detalló Gonzalo.

“Este tipo de maniobras no son fáciles, requiere de mucha logística, y un trabajo muy coordinado. Toda esta gente estaba desinteresadamente, arriesgando embarcaciones. En el caso de la gente del CADIC estando arriba del barco un montón de horas, y en el caso de los buzos arriesgando sus vidas, y todos ahí solo para soltar la ballena” destacó el buzo y uno de los autores del rescate.

Gonzalo contó que una vez en el lugar, el rescate se desarrolló con “dos buzos en el agua, uno alejado de los movimiento del animal, y el otro con una herramienta de corte para poder liberar la ballena. La verdad que el clima ayudó mucho, se logró cortar el cabo, fue un corte limpio y se liberó al animal”

Comentario de Facebook