LUNES 24 de junio de 2024.- Los cigarrillos electrónicos, también conocidos como e-cigs o vapeadores, son objeto de debate en cuanto a su seguridad y riesgos para la salud. Aunque son considerados generalmente menos perjudiciales que los cigarrillos tradicionales debido a la ausencia de tabaco y la reducción en la cantidad de sustancias tóxicas y cancerígenas que se inhalan, todavía presentan ciertos peligros.
El neumonólogo de Comodoro Rivadavia, Diego Gofredo habló sobre los riesgos que encierra el vapeo y aseguró que no es una práctica segura: “Lo que se vapea no es agua, sino un líquido que tiene un montón de sustancias adictivas, tóxicas y otros componentes, como el propio calentamiento por el que pasa para generar ese aerosol. Esa sustancia genera toxicidad y al tener nicotina termina generando adicción y dependencia”.
Además aclaró que “tardamos muchos años en mostrar que el cigarrillo tradicional producía cáncer. Eso implica que en el medio uno va viendo mucha gente que va quedando con esas enfermedades hasta que se pueda adjudicar que realmente es por un agente causal como se le adjudica hoy el cigarrillo. Todos sabemos la cantidad de enfermedades que produce, entonces también va a llevar años ir conociendo los daños que genera el vapeo en la salud, porque también las empresas tabacaleras quieren hacernos creer que es vapor y que no es dañino”.
Composición y riesgos para la salud
Muchos cigarrillos electrónicos contienen nicotina, una sustancia adictiva que puede afectar negativamente el desarrollo del cerebro en los adolescentes y causar adicción en adultos.
En este sentido, Gofredo aseguró que “es la nicotina depurada la que le ponen al producto líquido que se va a vapear. Esto tiene efectos e inmediatos en liberar adrenalina y generar un estado de euforia asociado al aumento de la frecuencia cardíaca, presión arterial, todas las cuestiones cardiovasculares y la liberación de dopamina. Entonces no es algo inocuo”.
Además, está comprobado que es la puerta de ingreso al consumo de otras sustancias porque también “en el líquido del vapeo muchas veces se pone aceite de cannabis o se hacen mezclas”, indicó el especialista.
Por otra parte, Gofredo contó que el cigarrillo tradicional tiene más de 7.000 sustancias tóxicas y en el cigarrillo electrónico, el mecanismo por el cual se genera esa nube de aerosol es a través del líquido que contiene glicerol, nicotina y otros aditivos.
El cigarrillo electrónico, o vapeador, funciona mediante un proceso de vaporización controlado eléctricamente. En su estructura básica, consta de una batería que suministra energía, un atomizador que contiene una resistencia (coil) y un depósito para el líquido de vapeo.
Cuando el usuario activa el dispositivo, la batería proporciona energía a la resistencia en el atomizador. Esta resistencia, generalmente hecha de alambre enrollado, se calienta rápidamente al paso de la corriente eléctrica. A medida que se calienta, el líquido de vapeo que se encuentra en contacto con la resistencia se vaporiza. Este vapor es entonces inhalado por el usuario a través de una boquilla.
El líquido de vapeo está compuesto típicamente por una base líquida (como propilenglicol y glicerina vegetal) que sirve como portadora de sabores y, en muchos casos, de nicotina. Además, puede contener aromatizantes y otros aditivos.
A pesar de ser considerados menos perjudiciales que los cigarrillos tradicionales, los cigarrillos electrónicos no están exentos de riesgos significativos para la salud, y se necesitan más investigaciones para comprender completamente sus impactos a largo plazo y regular adecuadamente su uso.
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