MARTES 18 de febrero de 2025.- Tal como lo leíste: tu tipo de sangre podría influir en tu riesgo de sufrir un derrame cerebral temprano, es decir, antes de los 60 años. Aunque esto suena un poco alarmante, lo importante es que el riesgo adicional no es tan grande como para preocuparnos de más. Vamos a ver parte por parte de qué va todo esto.

Los investigadores llegaron a esta conclusión después de analizar un montón de datos genéticos. Revisaron la información de alrededor de 17,000 personas que habían tenido un derrame cerebral y la compararon con la de casi 600,000 personas que no lo habían tenido. Así se dieron cuenta de que la variación genética del tipo A estaba relacionada con un 16% más de probabilidad de tener un derrame temprano, mientras que las personas con tipo O1 tenían un riesgo menor, alrededor de un 12% menos.

Ahora bien, antes de que los que tienen sangre tipo A entren en pánico, hay que aclarar que este aumento en el riesgo no es tan grande como para que todos tengan que salir corriendo a hacerse estudios. Los investigadores mencionan que, aunque hay un vínculo entre el tipo de sangre y los derrames tempranos, el riesgo sigue siendo bajo en términos generales. Pero bueno, es interesante saberlo.

Los tipos de sangre, como muchos sabemos, se dividen en A, B, AB y O, y esto se determina por las sustancias que están presentes en nuestros glóbulos rojos. En el caso del tipo A, la investigación sugiere que podría estar asociado con problemas relacionados a la coagulación de la sangre, como la formación de coágulos, que es una de las causas principales de los derrames cerebrales. Esto no quiere decir que todos con sangre tipo A van a tener problemas, pero sí hay una pequeña relación que vale la pena investigar más a fondo.

Para ponerlo en perspectiva, en los Estados Unidos, cada año cerca de 800,000 personas sufren un derrame cerebral. La mayoría de esos casos, unos tres de cada cuatro, ocurren en personas mayores de 65 años. Esto nos indica que, aunque haya un riesgo en personas jóvenes con sangre tipo A, la probabilidad aumenta realmente en las personas mayores. Lo curioso es que este estudio muestra que el riesgo adicional en los que tienen sangre tipo A desaparece en personas mayores de 60 años. Esto nos hace pensar que tal vez los derrames cerebrales que ocurren en personas más jóvenes y en personas mayores no se deben a las mismas causas.

Los derrames en personas jóvenes suelen estar relacionados más con la formación de coágulos en la sangre, mientras que en los adultos mayores muchas veces se deben a problemas como la acumulación de grasa en las arterias (lo que los médicos llaman aterosclerosis). Es decir, los derrames cerebrales pueden ser el resultado de distintas cosas, dependiendo de la edad.

Otro dato que salió de este estudio es que las personas con tipo de sangre B también tienen un riesgo mayor de sufrir un derrame cerebral, pero este riesgo parece ser independiente de la edad. Y para agregarle más sabor al asunto, investigaciones previas han encontrado que el tipo de sangre, especialmente los tipos A y B, también está relacionado con otros problemas del corazón, como la calcificación de las arterias coronarias y los ataques cardíacos.

Ahora sí que, aunque hay un pequeño aumento en el riesgo para los que tienen sangre tipo A, no es motivo de alarma. Los expertos no están recomendando que la gente con este tipo de sangre se haga chequeos extra o cambie su rutina diaria. Lo más probable es que con más investigaciones podamos entender mejor qué papel juegan los tipos de sangre en los problemas de salud.

Comentario de Facebook