MIÉRCOLES, 4 de noviembre 2015.- Sergio Massa estrenó el traje de referente opositor ante algunos de los empresarios más importantes de la Argentina. «La elección del 25 de octubre definió roles. A nosotros nos corresponde el rol del control y garantía de gobernabilidad. No vamos a permitir que en base a poderes residuales intenten extorsionar al próximo Presidente», aseguró.
Cuando terminó su discurso ante el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP), el líder de Unidos por Una Nueva Alternativa (UNA) escuchó las preguntas de los empresarios que se juntaron en el Hotel Alvear para oír su conferencia. A la tercera consulta, les recordó a los presentes: «Esas son preguntas que le corresponde responder a los candidatos a presidente, no a mí».
La infaltable inquietud acerca de a quién votará en el ballotage del próximo 22 de noviembre también tuvo lugar. Una vez más, Massa insistió en que es una decisión de los votantes y no le corresponde a él decir a quién deben apoyar. Pero, como en la cumbre que organizó la semana pasada, hubo claras señales de prefiere un triunfo de Cambiemos.
Recién después del debate del 15 de noviembre podría haber novedades en la posición de UNA. Massa aseguró que ya tiene compradas las papas fritas, el maní y la gaseosa para verlo. Según las propuestas que presente cada candidato, el frente podría modificar su postura de cara al ballotage.
Mientras tanto, señaló que «el próximo presidente no puede ser elegido en base al miedo a la impunidad o a la perdida de derechos».
Levantó entonces una de las rondas de aplausos más fuertes del almuerzo. Más tarde, en diálogo con los periodistas presentes, aclaró que Daniel Scioli encarna el miedo a la impunidad y Mauricio Macri, a la pérdida de derechos. Pero las múltiples denuncias contra la llamada «campaña del miedo» hicieron inevitable la lectura de que el mensaje fue dirigido sólo contra el kirchnerismo.
Infobae.com
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