JUEVES, 1 de septiembre 2016.– Nuevamente la falta de médicos pediatras afecta el normal funcionamiento del Hospital Regional Río Grande.
Hace dos meses la Gobernadora Bertone, con bombos y platillos, inauguró la nueva sala de Internación Pediátrica del Hospital de Río Grande, el espacio cuenta con 24 camas.
Todo muy lindo, pero hace un año que profesionales están solicitando incorporar Pediatras para reemplazar jubilaciones, renuncias y cargos de mayor jerarquía, y hasta el dia de hoy no hay respuesta, transformándose en un conflicto permanente.
La sala de pediatría cuenta con 24 camas pero sin médicos ni enfermeros para brindar la atención requerida. Médicos que ya no prestan servicios en Pediatría desde septiembre de 2015, Rovira, Diez, Narvaez, Guebel, Romero y en breve, Almandoz. Como respuesta la mirada obtusa del gobierno que a través de su ministro realiza contratos excesivamente caros y no resuelve una mejor oferta laboral a la planta. Por esta razón los profesionales terminan renunciando.
Los médicos que ingresan a residencia médica en pediatría no pueden cubrir las funciones de los médicos de planta ya que se encuentran en formación, no pueden cubrir las exigencias que se requieren.
Hay dos pediatras para la demanda de guardia y el servicio prehospitalario 107 que cubre Río Grande, Tolhuin y San Sebastián más la internación desde las 16 hs los días de semana y toda la guardia los fines de semana que son guardias de 24 horas.
Las guardias de pediatría son extenuantes, se trabaja mucho y esto implica un cansancio crónico por lo que los pediatras terminan renunciado.
La Gobernadora en su discurso en la inauguración de la sala de Internación Pediátrica reiteró que el principal objetivo de su gestión es «tener una salud de calidad como la que no debimos haber perdido nunca» y ratificó su compromiso a los trabajadores y a la comunidad.
En aquel momento dijo «Cuenten conmigo porque quiero que la salud pública recupere el prestigio y la confianza de la gente». La realidad es que a casi un año de gestión no tenemos suficientes pediatras que puedan cubrir adecuadamente la demanda en el funcionamiento del Hospital de Río Grande y el servicio prehospitalario.
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