DOMINGO, 30 de julio de 2017.- El pequeño tenía apenas 28 días de vida, y dos kilos de peso, y fue encontrado adentro de una bolsa. Palomo caminaba acompañado con su perro ‘Orejón’, cuando su mascota comenzó a insistir con una bolsa que estaba tirada en el suelo.
Es un perro del barrio de Olivos, en la localidad Vicente López. Palomo, un vecino del barrio, vio el pasado martes a Orejón ladrar y husmear en una esquina.
El perro no dejaba de ladrar. Palomo vio una bolsa, la levantó y pesaba. Cuando la abrió vio que había un bebé. Entonces apareció Claudia, otra vecina, que volvía del colegio con sus hijas. Llamaron al 911 pero se tardaron media hora así que se echó a la carretera en cuanto vio las motos de la policía para detenerlas y les avisó de que había un bebé en una bolsa. Estaba morado, no lloraba y tenía con él una sabanita, dijo Claudia
La policía y los sanitarios que atendieron al bebé decidieron llamarlo Mateo. Lo llevaron al hospital donde un día después el bebé se encuentra en perfecto estado, según declaró Martín Darway, secretario de salud de Vicente López. “Ayer estaba con un grado de hipotermia importante, desnutrido y anémico. La verdad, fue clave el accionar del vecino”.
El bebé fue dejado en una bolsa de plástico, con una sabanita y un par de medias rosadas, nada más, y gracias a ‘Orejón’, el perro héroe de esta historia, hoy podemos decir «Larga y prospera vida a Mateo».
Comentario de Facebook