DOMINGO, 13 de agosto 2017.- En la Argentina, cada diez días se comete un “femicidio joven”. En lo que va de 2017, se cometieron al menos veinte asesinatos de chicas de entre 16 y 21 en todo el país, según una recopilación de casos que realizó este diario a partir de reportes periodísticos.
Según los informes de las ONG, el mayor pico se dio en 2015 con 46 casos y se mantuvo elevado el año pasado con 42 reportes. Mientras que en los años anteriores no superaban en promedio los 34 hechos anuales. En los últimos nueve años hubo 329 femicidios de jóvenes.
“Nos preocupan los femicidios en esta franja etaria ya que se han incrementado. Sin ir más lejos, lamentablemente este año los casos más emblemáticos que tuvimos fueron de chicas muy jovencitas. Las chicas son asesinadas en el contexto de superioridad del varón para tomar ese cuerpo y descartarlo”, resalta Ada Rico, presidenta de la ONG que realiza sus informes recopilando casos de reportes periodísticos. “Y esto se debe principalmente a una cuestión cultural, porque se debe a que el agresor cree que tiene el derecho de tomar a una mujer, abusarla y descartarla”, agrega.
Historias
Hace una semana encontraron el cuerpo de Anahí Benítez desnudo y enterrado en la reserva natural de Santa Catalina en Lomas de Zamora. Ella tenía 16 años y llevaba una semana desaparecida. Por el caso está detenido el dueño de una precaria casita ubicada a unos 300 metros de donde encontraron el cuerpo.
Aparentemente, Anahí no conocía a Marcos Bazán. Era un extraño para ella. Algo similar sucedió con el caso de Micaela García (21) en Gualeguay. La joven fue atrapada cuando salía de bailar de un boliche por Sebastián Wagner y, se cree que con ayuda de un cómplice abusaron de ella, la mataron y abandonaron su cuerpo en un descampado. Micaela tampoco conocía a su victimario.
“Este último tiempo notamos que muchos casos en esta franja etaria, el femicida es un desconocido para la víctima o es alguien que no tenía un vínculo sentimental con ella, es decir, no era un ex o la pareja actual. Además, el victimario tiene una diferencia de edad importante con la víctima. Un extraño decidió sobre el cuerpo de estas jóvenes mujeres”, analiza Ada. “Otro de los factores –continúa– en común de estos últimos casos es que el abuso o el intento de abuso sexual está presente. Las abusan y las descartan como objetos”.
En los crímenes de 2017, en el 30% de los casos de femicidio joven las víctimas fueron abusadas o existió un intento de un abuso sexual antes de ser asesinada. Otro dato alarmante es que cinco de las chicas estaban embarazadas al momento de morir.
Camila Castell (18) estaba en su casa con su novio en Merlo cuando ingresó su ex pareja y les disparó a los dos. Ella estaba embarazada de 8 meses y pudo dar a luz antes de fallecer. Dalma Barreto (19), Ornella Dottori (16), Belén Rivas (16) y Tamara Olguín (16) son las otras jóvenes que completan esta trágica lista.
Para Rico, la clave está en un cambio cultural: “La mayor preocupación por esta problemática se despierta en las madres, tías, hermanas y no en las adolescentes. Porque ellas piensan que no les va a pasar. Pero también es cierto que terminan tomando más recaudos por pedido de sus familias. Pero algo tiene que estar claro: las mujeres no pueden vivir encerradas y con miedo. Pareciera que las jovencitas deberían encerrarse hasta ser más grandes para poder salir, y esto no es así. Tiene que cambiar la cultura patriarcal”.
El crimen de Anahí
Las fiscales de la causa que investigan el femicidio de Anahí Benítez están analizando la declaración testimonial de la novia de Marcos Bazán, el único detenido por el crimen de la joven de 16 años en el partido de Lomas de Zamora. El acusado declaró que es inocente y su pareja reforzó su coartada. Se esperan resultados de pericias toxicológicas y de ADN para descartar o no la participación de Bazán (34) en el crimen.
Florencia De Caso Mallieri (35) declaró por más de seis horas el pasado jueves y dijo que el día de la desaparición de Anahí ella estuvo con Bazán. Contó que el hombre la llevó a un curso de artesanía y luego a una clase de inglés. Dijo que ella no conocía a la víctima y que nunca la vio, y admitió que sólo tenía trato con una amiga de Anahí por las clases de inglés.
Sobre la ropa de mujer secuestrada en la casa del acusado aseguró que es de ella e hizo una descripción de las prendas. Aunque no trascendió si coincide con la ropa confiscada.
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