VIERNES, 8 de septiembre 2017.– Abrió polémica la decisión del Concejo Deliberante de esta ciudad, que hoy sancionó una ordenanza que limita el acceso al azúcar en los bares. Ya no podrá haber «sobrecitos» en las mesas, sino que los clientes deberán pedirlos a los mozos. La medida equipara el azúcar a la sal, que también se lleva a requerimiento.
La ordenanza -iniciativa de Lucas Balián y Juan Balastegui- fue aprobada por unanimidad y exige, además, que los locales (incluyendo bares de clubes o barras de espectáculos) propongan alternativas a las bebidas azucaradas.
También exige que el 10 por ciento de los productos en las heladerías de la ciudad de Córdoba sean light o sin azúcar. La medida plantea la necesidad de un «uso responsable del azúcar» para promover un consumo responsable y el cuidado de la salud.
Los establecimientos deberán colocar un cartel de manera visible con la leyenda «el consumo excesivo de azúcar es perjudicial para la salud». Entre las sanciones ante un incumplimiento de la ordenanza se establecen desde intimaciones a clausuras pasando por multas.
El Centro Azucarero Argentino elevó una solicitud a los concejales para que se postergara el tratamiento de la norma y se analizara el tema más en profundidad; la entidad señala que la ordenanza atribuye una «responsabilidad excesiva» al azúcar como causa de enfermedades.
En la carta al vice intendente de la ciudad y presidente del Concejo Deliberante, Felipe Lábaque, el Centro apunta que la ordenanza le atribuye un rol «demonizador» al azúcar.
«La obesidad y el sobrepeso, como otras enfermedades crónicas no transmisibles, son de carácter multifactorial, resultado de múltiples causas. Por ende, ningún alimento o nutriente puede ser señalado como único causante. Entre los factores concurrentes, se incluyen el creciente sedentarismo y el consumo excesivo de alimentos de baja densidad nutricional», plantea.
Los azucareros advirtieron que podrían acudir a la justicia: «Atacar sin fundamentos serios a este producto noble y natural implica atacar a la actividad más relevante de la región del Noroeste, que da trabajo a la mayor cantidad de familias de la región y genera crecimiento y desarrollo en localidades distantes y remotas de nuestra república».
Balián, uno de los autores de la iniciativa, insistió en que la redacción es clara respecto a que lo dañino es el consumo «excesivo». Los locales deberán contar con endulzantes alternativos para los clientes que los pidan.
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