LUNES, 19 de marzo de 2018. Sorprendió a propios y ajenos que Héctor «Tito» Stefani se sentara en soledad con Pablo Blanco y Liliana Martinez Allende de Vernet, integrantes de la mayoría automática de Rosana Bertone en la legislatura, para conformar la mesa provincial de Cambiemos Tierra del Fuego.

A nadie escapa la voracidad de Pablo Blanco y Liliana Martinez Allende de Vernet, a quienes les gusta el poder y el dinero más que el dulce de leche. Pero lo que no se termina de entender es, donde están los afiliados radicales, Federico Sciurano y Oscar Rubinos. Tampoco se sabe donde están los dirigentes provinciales del PRO Tierra del Fuego. «Pareció más, que se cortaron solos, que la decisión orgánica de la Unión Cívica Radical y de Propuesta Republicana», señaló un dirigente radical.

Lo cierto es, que solo faltaba en la fotografía oficial, el cuadro de Rosana Bertone y de Rogelio Frigerio, ya que quienes se sentaron a conformar la mesa de Cambiemos, responden decididamente al acuerdo de gobernabilidad sellado por el Ministro del interior y la gobernadora provincial.

Algún afiebrado señaló que en realidad la candidatura  a gobernador de Héctor «Tito» Stefani responde a una operación de propio gobierno nacional que pretende con esta decisión favorecer la reelección de Rosana Bertone.

Bertone, quien ha demostrado una incompetencia para gobernar, a la hora de tejer alianzas para sobrevivir, no da puntada sin hilo. Y según fuentes confiables, no estaría dispuesta entregar su cabeza sin dar batalla.

Tal es así, que desplazó a finales del año pasado a su Secretario de medios para nombrar en su lugar a un especialista en publicidad y campañas electorales, Pablo Ariel Cabás, además de armarse el colchón con el dinero de la colocación de deuda en el exterior para aguantar el último tramo de la campaña electoral.

Con solo leer los boletines oficiales puede apreciarse que desde la llegada de Cabás se incrementaron los gastos en propaganda y publicidad, contratados a través de los ministerios y secretarias de estado. Un caso emblemático es el del Presidente de Obras Sanitarias Guillermo Worman, quien en trámite exprés, teñido de sospecha de direccionamiento, realizó la contratación directa de una campaña publicitaria de la DPOSS.

Pablo Blanco, con asistencia perfecta durante décadas a todas las leyes de ajuste provincial, como así también, de haber formado parte del grupete político que se cansó de nombrar jueces y funcionarios judiciales provinciales impresentables  que conformaron un poder judicial desastroso, no es un amateur en este juego. Algunos especulan con que el verdadero objetivo de Blanco es imponer sus candidatos a legisladores y concejales, para luego soltarle la mano a Stefani.

En Balcarse 50 saben  que Stefani es intendente de Ushuaia puesto, por lo cual cobra fuerza la idea de que se trata de una operación política que solo busca la reelección de Rosana Bertone y la perpetuación del grupete de Pablo Blanco y Liliana Martinez Allende  en la legislatura provincial.

Increíblemente los afiliados radicales y del pro se quedaron con la ñata contra el vidrio, mirando como un grupete corta la torta entre gallos y medianoche. Este grupete, que hace años vive de la teta del estado, habla en público de la nueva política, del cambio, pero en privado continúa con las viejas y decadentes prácticas del pasado.

 

 

 

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