LUNES, 21 de mayo 2018.- Las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional significarán mayores ajustes. Para eso, el Gobierno está evaluando dónde recortar. Una de las propuestas que analiza y ya está negociando con los gremios es que los sindicatos permanezcan con sus afiliados, aun cuando se jubilen, en lugar de pasar a PAMI.

A mediados del año pasado, el médico Sebastián Neuspiller, Coordinador Operativo de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS), le entregó al Presidente un plan para mejorar la atención de los afiliados al PAMI. Con un criterio orientado en la salud pública, el plan hace foco en las dificultades que trae a los jubilados dejar atrás la obra social de sus sindicatos al ingresar al PAMI. Historias clínicas, la atención personalizada de sus médicos, suelen extraviarse en una burocracia que colapsó.

Aunque falte decidir su implementación, la idea es que los grandes sindicatos de la CGT se queden con los aportes de los afiliados que se jubilan y que hoy transfieren al Gobierno para que vayan al PAMI. El objetivo es que sean las obras sociales gremiales las que se hagan cargo de la salud esos jubilados. El proyecto avanzará siempre que cuente con el consenso de los sindicatos de la CGT.

En principio, los grandes gremios no rechazan esta novedad. En cambio, sí lo hacen los sindicatos más chicos: les faltarían fondos para responder a la nueva demanda.

El Presidente, además, busca reducir la nómina de empleados del Estado en organismos públicos que él ve engordados por trabajadores que cobran mucho. Igual que la modificación, antes que recorte, en los planes sociales que recibe aquella parte de la población que necesita de ayuda para ganar algo, aunque sea poco.

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