LUNES, 3 de septiembre 2018.- La principal objeción al Gobierno Nacional no son sólo los errores cometidos, sino el rumbo tomado. Sabemos que hay que cambiar el modelo, el modo no es arreglarlo con retoques o meros ajustes cosméticos.
El rumbo que ha tomado la provincia fue coincidente con la nación, el modelo adoptado ha ido en desmedro de la sociedad, donde los recursos solo surgen del arduo trabajo y el sudor de los trabajadores.
Hoy, un sector de la clase dirigencial se pelea por mantener sus privilegios. Son los mismos que durante más de dos años han avalado con sus prácticas que la crisis nos golpee fuertemente a cada habitante de Tierra del Fuego.
Esta devaluación es un instrumento más de ajuste al bolsillo de los trabajadores y de quienes perdieron su trabajo consecuencia del modelo político y económico.
La dirigencia política continúa reclamando sacrificios, hemos sufrido en carne propia las políticas de ajuste y endeudamiento a las que nos ha conducido el neoliberalismo.
Es necesario que las fuerzas que se oponen al ajuste confluyan en una política común a través de la construcción de un espacio amplio, plural y diverso que represente a los distintos sectores afectados. Se trata de proponer otro modelo de país, de provincia y de ciudad al servicio de todos.
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