SÁBADO, 8 de diciembre 2018.- La historia comenzó hace unos 58 años cuando la abuela materna de Juan Carlos Arcando, que se llamaba Ramona, con vínculo familiar con la abuela materna de Ramón Ángel Cabrera, quien se llamaba Juana, hicieron un compromiso mutuo de que si la hija de Ramona tenía una hija, su nieta se llamaría Juana y lo propio hizo Juana de que su hija le pusiera Ramona a su nieta.
Obviamente este compromiso fue asumido por ambas hijas. Cuando la madre de Juan Carlos Arcando lo dio a luz y viendo que era varón, le puso Juan y cuando la progenitora de su primo dio a luz en 1963, también tuvo varón y asumiendo el ancestral compromiso, le puso Ramón. Así, antes del nacimiento ya existía este vínculo entre Juan Carlos Arcando y su primo Ramón Ángel Cabrera -nacido en San Agustín-, vínculo que siguió su andadura juvenil en las bucólicas localidades de Río Tercero, Villa Ascasubi y San Agustín – Córdoba.
“Ahora sabemos en qué tumba rendirle homenaje”
El vicegobernador Juan Carlos Arcando compartió la novedad en sus redes sociales. “Dios reconoció a mi primo, ‘Otro soldado solo conocido por Dios’, ahora fue identificado y nosotros, su familia, sabremos en qué tumba rendirle homenaje en el cementerio de Darwin en nuestras Islas Malvinas”.
Justamente este jueves se identificó positivamente al Soldado del Ejército Argentino, Ramón Ángel Cabrera.
“Ramón era uno de los héroes del Regimiento 25 del Ejército Argentino y gran parte del orgullo de su Jefe, el entonces Teniente Coronel Mohamed Alí Seineldín, a quien en más de una oportunidad los propios ingleses le dijeron: sus comandos demostraron ser leones en Darwin y Pradera del Ganso. A lo que Seineldín respondió ‘son muy buenos soldados y honran a su patria’”.
Arcando escribió finalmente: “Héroe de la Patria, Ramón descansa en paz”.
La muerte de un héroe
Durante los combates de Darwin, Ramón Ángel Cabrera participa de un contraataque efectuado por su Compañía del Regimiento 25 del Ejército Argentino. La Sección que integraba se traba en duro combate con el enemigo durante media hora, tras lo cual, habiendo rechazado el Jefe de Sección –el entonces Subteniente Gómez Centurión- la intimidación a rendirse que le hiciera un oficial británico, se reanuda el enfrentamiento.
Debido a la fuerte presión ejercida por el enemigo, debieron replegarse hasta sus posiciones originales, continuando las escaramuzas hasta las primeras horas de la noche.
En estas acciones ofrenda la vida heroicamente junto a los soldados José Honorio Ortega (único de Río Gallegos que falleciera en Malvinas), José Luís Allende; Ricardo Andrés Austin; el cabo Héctor Rubén Oviedo y el sargento Sergio Ismael García. Eran las 11:30 de ese 28 de mayo y sus cuerpos quedaron inertes mirando al cielo.
Ramón Ángel Cabrera tenía 18 años cuando murió. Nacido en San Agustín, Provincia de Córdoba, era el sexto hijo de la familia Cabrera.
Siendo Soldado Conscripto, cumplió su servicio militar en el Chubut.
«Sencillo y buen compañero» lo definen quienes lo conocieron.
Escribió desde las Islas: “Cuéntenme cómo anda el pueblo, si hay algo nuevo, si alguien se acuerda de mí. (..) Ésto ha sido corto para que sepan que estoy bien. Me despido cariñosamente. Dios los proteja y les de fuerza para seguir trabajando”.
Murió en la batalla de Darwin-Ganso Verde peleando con los comandos ingleses que intentaban tomar ese sector.
Descansa para siempre en el cementerio de Darwin.
Un monumento lo recuerda desde 2001 en una plazoleta de su pueblo San Agustín.
“Para nosotros sigue vivo en nuestros corazones” señala emocionada su hermana Lidia.
Reconocido con la Medalla «La Nación Argentina al muerto en combate».
Fue declarado “Héroe Nacional” por la Ley 24.950.
Comentario de Facebook