DOMINGO, 10 de febrero 2019.- Una encuesta realizada sobre 1000 conductores de automóviles indicó que el 32% (320 de ellos) limpia el interior de su auto solo una vez a año, mientras que el 12% (120) no lo hace nunca.

El relevamiento lo realizó la empresa de alquiler CarRentals de Estados Unidos, país donde según la Fundación para el Tráfico Seguro (AAA, pos sus siglas en inglés) las personas pasan, en promedio, 293 horas al año arriba del auto. Eso equivale a más de 12 días completos detrás del volante.

El trabajo luego cruza ese dato con información del National Center for Biotechnology (Centro Nacional de Biotecnológica) de ese país, según el cual la cantidad de bacterias en el interior de un auto que no se limpia regularmente es superior a la que se pueden encontrar en muchos lugares públicos, incluida la tapa de un inodoro.

Mientras que un volante posee en promedio 624 CFU (bacterias por centímetro cuadrado), la tapa de un inodoro público posee «solo» 172. Otras comparaciones también sorprenden: los botones de un ascensor tienen 313 CFU y la pantalla de un smartphone 100 CFU.

El estudio detalla que dentro del habitáculo de un auto puede haber 700 tipos diferentes de bacterias, algunas de ellas relacionadas a enfermedades.

¿Cómo puede ser que haya tantas bacterias dentro del auto? Un caso típico es que un trozo de comida (una papa frita, por caso) se caiga y quede ahí. Peor si luego el auto luego queda cerrado al sol. Otro es si se viaja con chicos y por ejemplo se derrama leche sobre el tapizado.

Dentro del auto, detallaron, las zonas con mayor concentración de bacterias son: el volante (629 CFU), el posavasos (506 CFU), el cinturón de seguridad (403 CFU), la manija interior de la puerta (256 CFU), la palanca de cambios (115 CFU) y la ruedita del volumen (99 CFU).

El informe alertó también sobre uno de los grandes focos de bacterias: las mangueras de los surtidores de las estaciones de servicio. La manija posee ¡dos millones de bacterias por centímetro cuadrado! Peor todavía es el caso de los botones sobre el surtidor, que se utilizan para seleccionar el tipo de combustible y tienen 2,6 millones de CFU.

El dato importa porque si bien en Argentina no está muy extendido, por ejemplo en Europa y Estados Unidos es muy común que la carga de combustible la haga el cliente con sus propias manos. Las mismas que luego lleva al volante.

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