MARTES, 1 de octubre de 2019.- Desde este lunes y hasta nuevo aviso, el personal uniformado de la policía provincial destinado a cumplir funciones en Río Grande, será desarmado durante sus días de franco y licencias.
Esta medida pretende unificar criterios, ya que la semana pasada desde la Secretaría de Seguridad se había ordenado que el personal policial provincial de Ushuaia fuera desarmado cuando no cumpliera funciones.
La medida, que por un lado contraría la Ley de personal de la policía de Tierra del Fuego y por el otro al Decreto Reglamentario de la norma vigente, surgió como consecuencia del suicidio de un agente policial de 25 años con su arma reglamentaria.
ANTECEDENTES DEL SERVICIO DE SANIDAD Y SALUD MENTAL PARA EL PERSONAL POLICIAL
En el año 2000 el entonces legislador provincial Horacio Miranda, presentó un proyecto de ley para la creación de un servicio Sanidad, psicología y la salud mental para el personal de la policía provincial de Tierra del Fuego.
El proyecto creaba un servicio de sanidad, psicología y salud mental, con el objeto de la intervención psicológica sobre la salud mental del personal policial en todas sus jerarquías. La conformación de un equipo de psicólogos y psiquiatras que trabajan multidisciplinariamente en el abordaje de la problemática del estrés laboral.
Otro aspecto que abordaba la iniciativa de Miranda era la capacitación permanente del personal policial en las temáticas de suicidio, violencia doméstica, salud ocupacional, estrés y toxicología, logrado que los compañeros cumplieran el rol de consejeros de sus camaradas. Constituyendo un primer apoyo para el camarada que se encuentre en una situación vulnerable y en caso de ser necesario derivarlos al servicio de psicología y salud mental.
Lamentablemente, sin apoyo el proyecto de Miranda que creaba el servicio de psicología y salud mental para la policía, fue planchado en comisión por el Bloque de legisladores del Partido Justicialista, de la Unión Cívica Radical y del Movimiento Popular fueguino, nunca pudo obtener dictamen de comisión, por lo cual el proyecto no prosperó y finalmente el personal policial quedó desprotegido.
El trabajo de los policías, los obliga a soportar ofensas verbales, amenazas, agresiones físicas; incluso riesgos de vida. En ese sentido es fácil concluir que la violencia y la enfermedad mental son el resultado de los conflictos exteriores, además de los conflictos internos.
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