SÁBADO, 26 de mayo 2018.- Entre el 2×1 y el 3×2, las promociones de los supermercados nos han puesto a hacer cuentas matemáticas para intentar aprovechar las ofertas más convenientes sin caer en ningún engaño. Ahora bien, también nos han llevado a cuestionar por qué todos los fines de semana estos comercios pueden ofrecer el segundo producto al 80% y aún ganar dinero.
Ahora bien, existen estrategias comerciales avaladas por la psicología que incitan al ser humano a comprar cosas que realmente no necesita. Desde la disposición de los productos o la entrega de muestras gratis hasta la elección de la música que suena de fondo pueden incitarnos a llevarnos productos de más.
Según los expertos en el tema estos son los cinco ítems a los que tenemos que estar atentos cuando vamos a comprar a un supermercado:
La música que suena
Un estudio, a cargo del investigador Ronald E. Milliman, publicado en 1982 por el Journal of Marketing, reveló que las ventas eran más altas cuando el comercio ponía de fondo música lenta en comparación a cuando sonaba otro tipo de ritmo.
En esta línea, la revista Life Hacks recomendó a sus lectores ir de compras con auriculares y escuchar música movida mientras hacían sus mandados para reducir las compras espontáneas.
En contraposición con esta teoría, un experimento social que realizaron en conjunto investigadores de Noruega y Alemania, descubrió que la música con un ritmo acelerado estimuló el gasto cuando las tiendas estaban llenas.
Estos descubrimientos nos llevan a pensar cómo nos impacta la música a cada uno de nosotros, si escuchar nuestra canción favorita nos distrae de los stands con muestras gratis, ¡adelante!
Lo más tentador cerca de la caja
Otra estrategia que usan mucho los supermercados a la hora de tentarnos con productos que no teníamos pensado comprar es colocarlos cerca de los sitios de pago. La espera en la fila nos lleva a aburrirnos y a tener más tiempo para tomar malas decisiones y romper la dieta con la adquisición de un chocolate o una gaseosa.
“Las tiendas de comestibles colocan caramelos, gaseosas, papas fritas, etc. cerca de la línea de pago”, explica la nutricionista estadounidense Elana Paddock al Huffington Post, y continúa: “Está en tu cara (y en la cara de tus hijos) e incita a una toma rápida, una elección sin sentido al final de tu compra”. Para no tentarnos, la profesional recomienda llevar una revista para leer en la fila.
Lo más caro a la altura de los ojos
Según Paddock, los productos más caros se acomodan a la altura de los ojos o al final de las góndolas. “Los comercios hacen que estos productos estén más visibles”, asegura. Ante esta situación, la experta recomienda verificar los precios y usar el canasto de mano en lugar de un carrito grande.
El mal de las muestras gratis
Nos encanta que nos regalen cosas, pero este acto generoso esconde un mensaje psicológico del que no somos tan conscientes. En 2017, estudios realizados por tres universidades distintas concluyeron que “las muestras gratis entregadas en supermercados generaron ventas inmediatas del producto en cuestión”.
“Los minoristas prefieren stands con muestras a promociones basadas en precios, como cupones u ofertas temporales, porque estos eventos alientan a los consumidores a probar un producto y generar lealtad que no desaparecerá una vez que el precio vuelva a subir“, explicó Qing Liu, un profesor de marketing en la Universidad de Wisconsin-Madison, quien contribuyó con uno de los estudios.
Para enfrentarnos a esta trampa, Paddock recomienda no ir de compras con hambre ya que esto nos lleva a comprar más y a tentarnos con productos menos saludables.
Lo más necesario al fondo
La especialista afirma que las tiendas de comestibles suelen tener la carne y los productos lácteos en la parte posterior, y esto no es porque las heladeras encajan mejor en ese lugar, sino para que el cliente tenga que transitar todo el comercio hasta llegar a ellos.
Esta situación lleva a pasear por los pasillos y colocar en nuestros carritos productos que no estaban en la lista de compras.
Una recomendación para hackear las estrategias de marketing de los supermercados es llevar siempre anotado lo que se necesita y no salirse jamás del listado.
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