JUEVES, 18 de mayo 2017.- Con sólo una hora de vida, Milagros estaba en una bolsa de consorcio, con el cordón umbilical y la placenta todavía unidos a su cuerpo, abandonada en un descampado del barrio Nueva Bahía Blanca de Punta Alta. Gracias a un joven de 18 años que pasaba por el lugar y la escuchó, ahora está en un hospital, asistida, calentita y mimada por especialistas
«Es una nena, pasa 1,8 kilos», dijo el comisario Julio Palomeque, a cargo de la Estación de la Policía Comunal. Ellos son los que a la 1.10 de la madrugada respondieron al llamado desesperado del joven que encontró a la beba. Estaba en un predio en la calle Santa Cruz 46. Como su abuela vive cerca, primero la llamó a ella para que lo ayude.
«La abuela llegó corriendo con una campera y la abrigó. Un móvil fue al lugar y la llevó rápido a la guardia del hospital»
A Milagros primero la atendieron en el Eva Perón. Cuando estuvo compensada, la trasladaron al servicio de neonatología del Hospital Penna de Bahía Blanca donde está internada y fuera de peligro. «Cuando llegó el móvil, los médicos les dijeron que tenía una hora de vida. Fue muy deseperante situación, muy chocante para los oficiales de servicio».
Un chico atento, una abuela que corrió a dar calor, una comisaría que se apuró para asistir y médicos que ayudaron en el momento, fueron los eslabones del milagro que mantuvo a esta beba con vida. «Entre nosotros le pusimos cariñosamente Milagros, no hay otra forma de describir lo que pasó», explicó el comisario, que además es papá.
La madre todavía no fue ubicada, pero están en alerta en los hospitales y salas médicas de la ciudad y sus alrededores en caso que se presente para recibir asistencia. Mientras tanto, en la comisaría empezaron una colecta para llevarle pañales y ropa a la beba.
foto ilustrativa
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