VIERNES, 8 de septiembre 2017.- Siendo las hora 10,50 se produjo un incendio en calle Albatro Real Nro. 31, Chacra XI, como consecuencia del ígneo falleció el abuelo Juan Lauralicio Salas de 89 años de edad. Una vecina del barrió que circunstancialmente pasaba por el lugar alertó los servicios de emergencia.
Mientras el humo acababa con la vida del abuelo atrapado en el lugar, y las llamas cobraban fuerza, nuevamente y como es costumbre en Río Grande, arribó al lugar una autobomba con un solo bombero.
Da pena ver al bombero que cumple funciones de cuartelero del destacamento de Bomberos Voluntarios de Chacra XI, tratando de desenredar una manguera para extinguir el incendio, mientras espera que arriben más bomberos en apoyo.
Desde El Fueguino hemos denunciado permanentemente la falta de profesionalismo a la hora de la respuesta a la emergencia. No cabe en ningún razonamiento la conformación de una dotación de bomberos integrada por un solo efectivo o dos. Es lamentable ver como manejan administrativa y operativamente la Asociación de Bomberos Voluntarios de Río Grande, y como por razones políticas y otras razones inconfesables, el jefe de bomberos de Río Grande Carlos Cárdenas irresponsablemente manda en soledad a sus bomberos a las emergencias.
Es increíble que el Jefe no cuide a sus bomberos y que permita que un inescrupuloso como Pascual Lombardo mantenga un servicio de bomberos que escasamente puede tener éxito ante la eventualidad de encontrarse con personas atrapadas. Los primeros minutos son cruciales, donde debe llegar una dotación completa, con dos o tres bomberos haciendo ingreso forzado para efectuar la tarea de búsqueda y rescate, y mientras tanto el resto de la dotación abocarse a desplegar las mangueras para proceder a la extinción del incendio. Esto es de manual, cualquier cadete o aspirante a bombero de la República Argentina lo sabe.
Pero la cadena de complicidades no termina allí, es precisamente la Secretaría de Seguridad de la Provincia en cabeza de Ezequiel Murray quien debe controlar el correcto funcionamiento y el apego a los protocolos de emergencia ya que se trata de la vida y la muerte de seres humanos.
Lo que resulta increíble, es porqué la sociedad, los medios de comunicación y la dirigencia política, toleran que la vida y la integridad de miles de familias sigan en manos de semejantes personajes nefastos como el Secretario de Seguridad Ezequiel Murray, el Secretario de Protección Civil Horacio Rizzo, y el Subsecretario de Defensa Civil y Gestion del Riesgo Claudio Nuñez Fucito, que no tienen idea de nada y que calientan una silla mientras embolsan suculentos sueldos a costillas del lomo pagador del pueblo fueguino.
Desde este medio valoramos el accionar de los bomberos, pero denunciamos el no cumplimiento de los protocolos de seguridad por parte de la jefatura y la Comisión Directiva, como así también que no se cumple con la conformación de las dotaciones mínimas para el correcto abordaje de una situación de emergencia. No hay que ser Tomás Liberti para tener claro que es un descontrol y que esta gente sigue jugando a la «ruleta rusa» con los incendios que se producen en Río Grande.
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