VIERNES, 5 de octubre 2018.- Los chicos que pasan más de dos horas al día frente a las pantallas tienen menos capacidades cognitivas que los que están menos expuestos a ellas, según un estudio publicado este jueves en la revista británica Lancet Child and Adolescent Health.

El estudio realizado por investigadores canadienses (Instituto CHEO / Universidad de Ottawa / Carleton University) analizó los datos de 4.520 niños de entre ocho y 11 años en 20 lugares de Estados Unidos.

De media, esos niños pasaban 3,6 horas al día frente a una pantalla de celular, tablet, computadora o televisión, por encima de las recomendaciones canadienses que preconizan menos de dos horas de pantalla, nueve y 11 horas de sueño y una hora de actividad física diaria.

Entre todos los niños que participaron en el estudio, sólo un estadounidense de cada 20 (5%) cumple las tres recomendaciones canadienses. Y casi un tercio (29%) no cumple ninguna: sueño insuficiente, tiempo de pantalla limitado y actividad física.

Solamente la mitad de los niños (51%) duermen bastante, el 37% pasan menos de dos horas ante las pantallas, y el 18% practican una hora de actividad física diaria, según los cuestionarios rellenados por las familias.

Después de llevar a cabo pruebas cognitivas sobre el lenguaje, la memoria, la reactividad, la concentración, etc., el estudio revela un vínculo muy claro entre el tiempo pasado ante las pantallas, el sueño y los resultados de los niños.

«Hemos comprobado que más de dos horas de pantalla para los niños perjudica su desarrollo cognitivo», indica el doctor Jeremy Walsh del Instituto CHEO de Canadá, que incita a los pediatras, padres, educadores y gobernantes a limitar el tiempo de exposición a las pantallas de los niños y a convertir el sueño en un asunto prioritario.

Entre los tres criterios estudiados -sueño, pantallas y actividad física-, el descanso y la exposición a las pantallas son los que tienen mayores consecuencias sobre las facultades intelectuales de los niños, mientras que la actividad física por sí sola no tenía impacto en la capacidad cognitiva, aunque era el factor más importante para una buena salud del niño.

Las recomendaciones sobre el sueño y la actividad física del Canadian 24-Hour Movement, publicadas en 2016, se ajustan a las de la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero esta no hace ninguna sugerencia específica sobre las pantallas, señala la investigación.

Pedagogos y científicos alertan cada vez más sobre las consecuencias de la alta exposición a las pantallas, que pueden provocar dificultades de concentración e incluso adicciones.

En Francia, la autoridad encargada del sector audiovisual aconseja no poner a los niños de menos de tres años ante la pantalla de un televisor, ya que «esta puede frenar su desarrollo».

Los pediatras estadounidenses recomiendan que los niños no vean la tele hasta cumplir los 18 meses.

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