SÁBADO, 11 de marzo 2017.-El día viernes 10 se realizó en la ciudad de Las Heras el congreso de ADOSAC para discutir cómo seguir con las medidas para resistir a los ataques del gobierno provincial del Frente para la Victoria. Allí, los trabajadores de la educación sufren pagos desdoblados y fuera de término, sin discusión de paritarias, años sin titularizaciones, escuelas destrozadas, entre tantas cosas más.
Pero el bochorno no queda ahí. Al regresar a Río Gallegos, entrando a la ciudad, policías con pasamontañas hicieron bajar del colectivo a los docentes congresales. Les hicieron bajar sus equipajes y pusieron a perros a olfatear los bolsos y mochilas buscando vaya a saber qué cosa. La violencia de este procedimiento refleja la política de la gobernadora Alicia Kirchner, que ante los medios llama demagógicamente a los maestros a “dialogar”, pero por debajo los persigue.
El año pasado, mientras los docentes se organizaban y luchaban, había ocurrido algo similar.
En una provincia donde el peronismo gobierna desde 1991, resulta paradójico que Alicia opine que la crisis actual de Santa Cruz es producto “del gobierno anterior” –el mismo argumento utilizado por Macri y Cambiemos hasta el hartazgo para justificar los ajustes, los despidos y la inflación-.
La lucha de maestras y maestros a nivel nacional, crea las bases para plantarse en contra de la crisis y en contra el bastardeo, por parte de los grandes medios informativos y los políticos de turno, a la profesión docente.
Todavía recordamos a Cristina Fernández diciendo que no se justifican los paros ya que sólo “trabajan 4 horas y tienen 3 meses de vacaciones”. Y nos da bronca cuando Macri utiliza la retórica condescendiente que acostumbra, llamando al “diálogo”, a la vez que nos ofrece salarios de miseria. Por estos lares sureños, Alicia Kirchner hace lo suyo, postergando las paritarias y tratando de amedrentar a los docentes con la fuerza policial.
Los y las docentes nos seguimos organizando y dando la pelea por una educación pública y de calidad, por escuelas en condiciones para recibir a los alumnos y por la reivindicación salarial. A pesar de que esto moleste a más de un gobernante acaudalado.
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