MIÉRCOLES, 18 de mayo 2016.-El aumento del gas golpeó con dureza a las provincias y ciudades del sur del país, donde el servicio es fundamental para soportar las gélidas temperaturas. No solo los hogares están siendo afectados por el ajuste, que oscilan entre el 1000 y 2500 por ciento, sino también hoteles, empresas y universidades, que reciben facturas de entre 34 mil y 70 mil pesos. Las comunidades aseguran que el incremento es imposible de pagar, y por ello, junto a sus intendentes, empiezan a organizarse para voltear el tarifazo decretado por el Gobierno.
En Río Negro, los vecinos de Bariloche esperan reunir 5.000 firmas este viernes en contra del aumento del gas con el fin de presentar un amparo colectivo ante la Justicia. La iniciativa cuenta con el apoyo del intendente Gustavo Gennuso, quien aclaró en una sesión de la Municipalidad que presentará medidas cautelares en la Justicia Provincial y Federal. Las acciones tienen la asistencia del gobernador, Alberto Weretilneck, que también buscará realizar gestiones con el ministerio de Energía y Nación para desactivar los aumentos.
En paralelo a estas demandas, un grupo legisladores del Frente para la Victoria de Río Negro propusieron suspender por 180 días los cortes de suministro que puedan ocurrir por falta de pago.
De la misma manera reaccionaron en Neuquén, donde el jefe comunal de Villa La Angostura, Guillermo Caruso, anticipó que colaboraría con las acciones judiciales y protestas. «Vamos a acompañar los pedidos para lograr una solución o mitigación para que no sea de golpe. Creo que tan bruscamente repercute directamente en lo social. La coyuntura es complicada», dijo el intendente.
En la turística ciudad patagónica, los operadores hoteleros evalúan presentar un amparo ya que el impacto del ajuste tarifario puede conllevar el cierre de los complejos. Por ejemplo, en el famoso hotel Correntoso, de $5.800 que pagaban de gas la nueva factura pasó a 70.000 pesos. «En más de un pequeño y gran establecimiento se puede tomar la decisión de no poder hacer frente al aumento y no abrir», afirmó Leonardo Morsella, presidente de la Asociación de Hoteles y Restaurantes de Villa La Angostura.
Otro de los aumentos brutales que provocó el escándalo en la comunidad fue el sufrido por la Universidad de Tierra del Fuego, la cual pasó a pagar menos por un consumo similar de $12.000 pesos de gas en marzo a $150.000 en el último mes. Se trata de un ajuste de 1250 por ciento.
La intención de la casa de estudios es presentar un amparo que disponga una medida cautelar para frenar la aplicación de la suba de las tarifas. Una similar actitud plantean los gremios, clubes de barrio y comercios de la ciudad. Los petroleros, en tanto, amenazaron con corta el envío del gas a todo el continente el próximo 1 de junio si no se retrotrae el tarifazo.
«Una familia que pagaba $450 ahora tiene que pagar 4.500 pesos, un comercio que hasta el mes pasado abonaba $2.000 ahora tiene que pagar 20.000 pesos. Es insostenible con estos costos», fustigó el secretario de Prensa del Sindicato de Petroleros Privados de Tierra del Fuego, René Vergara.
Espaldarazo judicial
La estrategia del amparo tuvo el visto bueno de un fiscal de Primera Instancia Gonzalo Miranda, de Río Gallegos, Santa Cruz, quien recomendó hacer lugar a una demanda para dejar en suspenso el incremento del 500 por ciento. En su dictamen, indicó que el nuevo cuadro de tarifas implica «la pérdida de un derecho subjetivo adquirido por los ciudadanos de esa región, que enfrentan frías temperaturas durante cuatro meses al año, siendo el fluido un recurso fundamental para la subsistencia».
Por ahora, en la provincia de Buenos Aires la disputa judicial por los aumentos sigue al rojo vivo. En Mar del Plata, un amparo contra las tarifas fue rechazado, mientras que otro, en La Plata, fue «admitido» pero aún no hay ninguna resolución que retrotraiga el incremento.
Ya son varios municipios bonaerenses (algunos intendentes aliados y miembros de de Cambiemos) que protestaron y le pidieron al ministro de Energía, Juan José Aranguren, que los «recategoricen» y los exceptúen de los incrementos tarifarios, porque se consideran expuestos a temperaturas más bajas. Entre ellos, figuran Bahía Blanca, Necochea, Azul, Bolívar, Gral. Alvear, Gral. Lamadrid, Benito Juárez, Laprida, Las Flores, Olavarría, Rauch, Tandil, Púan, entre otros.
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