La Academia Nacional de Historia confirma que los colores de la bandera son celeste y blanco

LUNES, 22 de mayo 2017.- Los colores de nuestra bandera se pusieron en duda el mes pasado, al difundirse la investigación que realizaron científicos del CONICET, quienes analizaron una de las banderas preservadas de mayor antigüedad y revelaron que sus extremos eran azules, más precisamente de un tono correspondiente al pigmento azul de ultramar. Semejante declaración provocó múltiples respuestas. Ahora, una comisión de la Academia Nacional de Historia revisó la investigación y reconfirmó que los colores originales son celeste y blanco.

Los científicos del CONICET en el Centro de Química Inorgánica (CEQUINOR), junto a investigadores de la Universidade Federal de Juiz de Fora (Brasil), analizaron hebras de la bandera que según algunos historiadores es la más antigua conservada, la del Templo de San Francisco en Tucumán. Fue ordenada por Bernabé Aráoz, primer gobernador intendente de esa provincia. En aquella insignia podía leerse en letras mayúsculas y amarillas: «A la Escuela de San Francisco, Tucumán 1814, Donó Bernabé Aráoz».

Fue su antigüedad lo que hizo dudar a la Academia Nacional de Historia. «Las hebras tomadas como muestras de esa bandera, una de las más antiguas existentes, no conservan su color original por efecto del paso del tiempo, la luz a la que han sido expuestas y el deterioro resultante de la atmósfera local», detallaron Fernando Barba, Horacio Sánchez de Loria Parodi y Carlos Dellepiane Cálcena, según lo publicado en La Nación.

La Academia Nacional de Historia confirma que los colores de la bandera son celeste y blanco
La bandera del Templo de San Francisco en Tucumán, analizada por el CONICET.

Los miembros de la Academia revisaron el estudio del CONICET, junto a antecedentes bibliográficos, dictámenes y documentos. Tras el análisis, concluyeron: «Esta comisión sugiere mantener la postura manifestada en dichos dictámenes y recordar la frase del prócer (Manuel Belgrano) cuando al dirigirse al Triunvirato el 27 de febrero de 1812, escribió: ‘Siendo preciso enarbolar bandera y no teniéndola, la mandé hacer blanca y celeste conforme los colores de la escarapela nacional'».

Y agregaron que «el documento indubitable que determina los colores de la Bandera Nacional es la ley emitida el 20 de julio de 1816 por el Congreso de Tucumán, que determina textualmente: ‘Elevadas las Provincias Unidas de Sudamérica al rango de una Nación, después de la declaratoria solemne de su Independencia, será su peculiar distintivo la bandera celeste y blanca que se ha usado hasta el presente'». En otras palabras, nos dan vía libre para –esta Semana de Mayo– usar con tranquilidad los colores de siempre.

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