Se celebró la primera boda gay de un Policía

LUNES, 7 de noviembre 2016.-Se celebró la primera boda gay en la Policía Federal. El 12 de octubre fue inscripta la pareja de Daniel Alejandro Silvera, que forma parte de la fuerza, y Darío Serdá, un reconocido odontólogo de Berisso, quienes comparten su vida desde hace más de diez años. Si bien tenían su unión civil desde 2008, ese día hicieron uso de la ley de matrimonio igualitario y se casaron.

«Ahora con la ley de matrimonio igualitario no digo que lo ven muy naturalmente [a la diversidad sexual], pero es algo que no tiene tanta trascendencia, como sí sucedió con la unión civil que hicimos con Darío, cuando hubo algunos inconvenientes pero se superaron», recordó Daniel a Infonews.

El agente agregó que, por tratarse de una fuerza, fue necesario pedir una serie de autorizaciones, pero consiguieron que se cumpliera la ley. «Según lo establece nuestra ley orgánica se investigan los antecedentes de la persona con la que se contrae matrimonio. Si uno se casa sin ese permiso, te pueden dar hasta quince días de arresto. Y en nuestro caso esa autorización se demoró bastante», pero finalmente llegó.

Ambos se refirieron al momento que estaban viviendo como «muy especial» y expresaron que llegó para darle un marco legal al vínculo. «Me estaba acordando de cuando estábamos en la plaza del Congreso, los dos juntos, esperando que salga la ley de matrimonio igualitario. Cuando nos dijeron que los votos estaban, sentimos una enorme felicidad, y nos dimos un beso lleno de alegría», recordó Daniel, que se emocionó hasta las lágrimas.

«Sean felices, disfruten. Luchen pero también diviértanse» dijo María Soledad Liniri, la jueza que los casó.

La igualdad no pide permiso, por Esteban Paulón, presidente de la Federación Argentina de lesbianas, gays, bisexuales y transLa noticia del primer matrimonio igualitario en la Policía Federal nos llenó de alegría. No sólo porque sucedió un día después del Día Mundial de la visibilidad (11 de octubre) sino porque nos muestra cuánto ha permeado la ley de la Igualdad en nuestra sociedad.

Sectores históricamente asociados a prácticas menos abiertas y flexibles, van mostrando claramente que la igualdad no pide permiso, irrumpe e ilumina a todas y todos.Hasta hace poco cualquier persona integrante de alguna fuerza de seguridad que deseara casarse debía pedir permiso a la cúpula de fuerza, la cual «testeaba» al otro u otra contrayente.

Imaginemos cuánto más difícil hubiera sido para cualquier pareja igualitaria animarse a dar el paso, si incluso muchas veces la orientación sexual de los agentes fue utilizada como amenaza para privar de ascensos, traslados y derechos a muchas y muchos de ellos.Hoy el casamiento de Daniel y Darío no sólo contribuye a eliminar barreas, sino que nos muestra que es posible la igualdad en todos los espacios, inclusive los más impensados.

Comentario de Facebook