DOMINGO, 19 de mayo 2019.- Actualmente, el cáncer de mama es el tumor más frecuente entre la población femenina y su tasa de supervivencia varía dependiendo de la zona geográfica, siendo, por ejemplo, del 80 por ciento en Suecia o Japón hasta cifras del 40 por ciento en países con ingresos bajos, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En Argentina, se producen entre 10.500 y 21.000 casos nuevos de este tipo de tumor cada año.

Si bien es una patología que se puede presentar en cualquier mujer, hay factores de riesgo que pueden predisponer a la persona a desarrollar un cáncer de mama.Algunos de ellos son prevenibles, aunque hay otros que resultan de la condición y características particulares de cada persona.

Como en la mayoría de las enfermedades, el diagnóstico temprano es el elemento central para aumentar las probabilidades de evolución positiva de la paciente. Si se detecta la patología a tiempo el tratamiento suele ser más efectivo y hay más chances de que la mujer vea un resultado en su cuerpo.

¿Cómo se diagnostica el cáncer de mama?

Hay diversos estudios que pueden contribuir a la detección de la enfermedad mamaria. El ultrasonido es una de ellas; se trata de una máquina que utiliza ondas de sonido para producir imágenes detalladas, llamadas sonogramas, de áreas dentro de la mama.

La mamografía de diagnóstico es uno de los principales métodos, que además se utiliza para estudiar otras patologías relacionadas con la mama. Se trata de un análisis que arroja imágenes en las que el especialista puede ver si hay alguna formación patológica, como un bulto por ejemplo, o si un área de la mama se ve alterada.

Las imágenes por resonancia magnética de las mamas también se pueden usar para detectar el cáncer de mama. Se trata de un tipo de examen que usa un imán conectado a una computadora, que a su vez arrojará imágenes detalladas de áreas dentro de la mama.

En casos más particulares y con la indicación específica de un médico, se puede solicitar una biopsia. En general, este estudio se pide cuando el especialista ve una imagen que considera patológica y necesita saber con precisión de qué se trata.

Para hacer una biopsia se extrae una porción pequeña de tejido o se saca líquido de la mama para estudiar en mayor profundidad y saber qué tiene la paciente.

Hay otro sistema de diagnóstico de cáncer de mama, que se conoce como tomosíntesis y es relativamente nuevo.

También llamada mamografía 3D, está especialmente diseñado para detectar cáncer mamario de forma temprana; abre la posibilidad de analizar todo el volumen mamario plano por plano, de modo tal que evita la superposición de estructuras. Utiliza informática de gran potencia para convertir las imágenes digitales de las mamas en una pila de capas muy finas y generar una «mamografía tridimensional».

Así, muestra de manera detallada y precisa los tejidos mamarios, lo cual podría facilitar el diagnóstico de todo tipo de cánceres y superar así a las tecnologías que se usaban anteriormente. Con este avance el especialista puede examinar el tejido milímetro a milímetro y ver los detalles más delicados.

Es importante destacar que tiene la ventaja de que la paciente recibe 40% menos de radiación, por lo que pretende ser más segura, respetando las pautas del American College of Radiology (ACR).

Según la Asociación Española contra el Cáncer (AECC),existen determinados factores de riesgo por los que es necesario intensificar las medidas preventivas, tanto a través de la autoexploración como a través de las mamografías.

Pasos para realizar la autoexploración mamaria

Es importante no olvidar que los hombres también pueden sufrir un cáncer de mama, patología que está aumentando su incidencia en el colectivo masculino en los últimos años.

La manifestación del cáncer de mama en el varón es similar a la de la mujer, la diferencia es que su aparición suele retrasarse diez años más que en las mujeres y, a la hora de enfocar un tratamiento, los especialistas suelen decantarse por la mastectomía o extirpación de las glándulas mamarias.

En lo que respecta a las mujeres, los pasos a realizar en la palpación mamaria son los siguientes:

· Con los brazos colgando a ambos lados del cuerpo, se debe observar si los senos presentan el aspecto y tamaño habituales.

· Colocando las manos detrás de la cabeza, el segundo paso es observar los pezones, buscando alguna secreción anormal de líquido claro, lechoso o sanguinolento.

· Después, se deben estirar los brazos hacia arriba para poder ver si existe alguna diferencia en el tamaño o forma de ambas mamas, además de observar si se presentan bultos en las axilas.

· Cuando se dé por finalizado el examen vertical, la paciente se acuesta sobre una superficie plana, colocando el brazo del mismo lado detrás de la cabeza y apoyando la cabeza en una almohada. Se debe palpar con la yema de los dedos, presionando el seno con movimientos circulares y comenzando desde la zona más alejada del pezón.

Muchas veces, los especialistas recomiendan llevar a cabo esta exploración en la ducha ya que la piel se encuentra más resbaladiza y es más sencillo detectar posibles protuberancias.

¿Se puede prevenir el cáncer de mama?

Según la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de mama no es una patología que se pueda prevenir, sin embargo, existen estudios recientes en los que se ha demostrado que el riesgo de padecerlo puede disminui realizando ejercicio físico de forma regular (al menos 4 horas a la semana), evitando el sobrepeso y la obesidad tras la menopausia y el consumo regular de alcohol.

Además, el uso de tratamientos hormonales sustitutivos durante la menopausia se asocia a un incremento del riesgo de padecer cáncer de mama.

Las mujeres son el principal grupo de riesgo. Concretamente:

Las mujeres a partir de los 50 años, especialmente a los 60 años (60% de los casos), son el principal grupo de riesgo.

Las mujeres con antecedentes de cáncer de mama en la familia, sobre todo, en parientes de primer grado (madre, hija, hermana).

Las mujeres que hayan sufrido otros cánceres como el de colón, ovario o tumores malignos en los conductos mamarios o un tumor mamario benigno previo.

Las mujeres que hayan tenido una menstruación precoz (menos de 12 años), una menopausia tardía (más de 55 años), un parto tardío (más de 30 años) o no hayan tenido hijos.

Las mujeres que se hayan sometido a terapias hormonales sustitutivas (THS). Usar estrógenos durante más de 5 años puede ser factor de riesgo.

Las mujeres con exceso de peso o que han consumido excesivo de alcohol durante años pueden tener mayor riesgo.

Si existe una historia familiar de cáncer de mama conviene pedir Consejo genético, un estudio del patrón genético de un paciente con un tumor, en este caso cáncer de mama, que permitirá determinar si se asocia con una mutación genética (BRAC1, BRAC2). En mujeres con riesgo muy elevado de desarrollar cáncer de mama existen varias opciones terapéuticas. El médico deberá estudiar cada caso individualizado y valorar, junto con la paciente, cómo modificar los factores de riesgo que puedan influir (tratamiento anticonceptivo, embarazo, etc.), cómo realizar un diagnóstico precoz y apoyo en la toma de decisiones preventivas quirúrgicas, como mastectomía preventiva u ooforectomía o farmacológicas.

Detección precoz del cáncer de mama

La detección precoz es fundamental. Las mejores formas de detectar cualquier anomalía a tiempo son:

  1. Autoexploración mamaria

Todos los meses para detectar cambios, bultos o anomalías en tus mamas.

  1. Revisión ginecológica

Conviene acudir anualmente al ginecólogo para hacer una revisión y explorar el estado de tus mamas.

  1. Mamografía

Las mujeres a partir de los 45 años deben realizarse una mamografía periodicamente. En mujeres con factores de riesgo se recomienda realizarse una radiografía de mama cada dos años a partir de los 40 y cada año a partir de los 50. Si se han dado bultos benignos o se ha sometido a una extirpación conviene realizar revisiones periódicas cada menos tiempo para controlar que no se produzca metástasis. Se puede realizar una ecografía mamaria complementaria.

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