MARTES, 30 de octubre 2018.- El cielo de la ciudad china de Chengdu, una capital de provincia, podría tener en un par de años una segunda luna. Los funcionarios de esta ciudad anunciaron planes para construir una luna artificial, que en 2020 podría ser lanzada a una órbita para brillar en el firmamento de Chengdu, capital de la provincia de Sichuan. Lo informó el sitio de noticias chino People’s Daily Online (DOP). El objetivo es ahorrar en iluminación pública.
Esta «nueva luna» será ocho veces más brillante que el satélite natural, según anticipó Wu Chunfeng, presidente del Instituto de Investigación del Sistema de Microelectrónica para la Ciencia y Tecnología Aeroespacial de Chengdu. «Se espera que la luz de la luna artificial ahorre dinero a la ciudad al eliminar la necesidad de luminarias, ya que este astro artificial será capaz de iluminar un área de hasta 80 kilómetros de diámetro». Aunque esta luna sólo iluminará a Chengdu, su imagen brillante será visible en toda China e incluso en otros países de Asia.
Actualmente poco se sabe sobre la altura, el tamaño y el brillo verdadero de esta luna artificial. Por otro lado, también se desconoce si el proyecto ha obtenido el apoyo oficial de la ciudad de Chengdu o del gobierno federal, según el diario británico The Guardian.
Antecedente ruso
No es la primera vez que un país ha tratado de imitar a la Luna. Un proyecto similar fue lanzado con éxito por Rusia en 1993. Era un espejo espacial que logró crear en la superficie una zona de luz de 8 kilómetros de diámetro y de una luminosidad similar a la de la Luna llena. Rusia anunció un proyecto más ambicioso en 2017. Su suceros, lanzado en 1999, no logró desplegarse correctamente. El tamaño y la tecnología de iluminación de la luna artificial de Chengdu aún no fue revelado, por lo que no está claro si el brillo del satélite artificial propuesto sería lo suficientemente intenso como para interferir con las rutinas y ciclos de la vida silvestre local.
Pero se debe asumir que seguirá la tecnología del proyecto ruso de 1993, un espejo desplegable. Aunque no puede descartarse que se use material reflectante blando, es decir, no cristalino. Algo similar al papel metálico con el que se envuelven los chocolates. Es mucho más liviano que el espejo cristalino y tiene menos problemas al momento de desplegarse. Pero su reflectividad no puede llegar a ser la de un espejo cristalino.
China ha cobrado creciente protagonismo en la actividad espacial y posee un programa enteramente propio. Aspira a llegar a la Luna con una tripulación para un futuro aún sin fecha.
El 14 de diciembre de 2013 China logró poner sobre la Luna una nave no tripulada. China posee su Centro Nacional de Ciencia Espacial, que comienza a codearse casi de igual a igual con la NASA y la agencia espacial de Rusia. Ahora se sumó el desafío del espejo espacial.
Comentario de Facebook