MARTES, 19 de abril 2016.-Los grandes recambios en el mercado de consumo masivo dependen más de una oferta con precios bajos que de un impulso gubernamental. O al menos eso es lo que manifiestan los directivos de la telefonía celular, que ponen mucho más fichas a la llegada de celulares baratos que al publicitado Plan Canje.
El lobby en ese sentido ya empezó, y tiene como principales protagonistas a la empresa Claro y a los fabricantes del polo tecnológico de Tierra del Fuego.
Para Claro, un recambio rápido de terminales viejas a 4G se producirá si las fabricantes de móviles que operan en el sur cambian su modelo de negocio y se deciden ensamblar teléfonos de esa tecnología más baratos que los que se ofrecen en la actualidad. En la Argentina los equipos 4G más económicos arrancan en los u$s 110 mientras que en el mundo es posible conseguir equipos con esa tecnología por u$s 70.
«Si bien un Plan Canje ayuda, no sentimos que sea la solución al problema (de las comunicaciones que se cortan, tal como planteó el Ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, cuando hizo el anuncio, a finales de febrero, desde Barcelona) -dijo Fernando del Río, director comercial de Claro Argentina- Pero sí tenemos certeza de que el mercado perdió una categoría de productos en 4G, que son los que se mueven en un rango de precios que va de los u$s70 a u$s90».
Para el ejecutivo esta categoría de bajo precio, considerada de entrada a la tecnología 4G, no existe porque en 2015 los clientes que querían tener un teléfono más nuevo trataron de adquirir el de mayor alta gama. La coyuntura los motivaba a eso.
La combinación de financiación en 12 a 18 cuotas por parte de los operadores, según el momento del año y la estrategia comercial, más el dólar barato fueron dos condimentos que llevaron a que, también desde el sector de la fabricación, se apostara por lo de más alta gama. Amén de que los teléfonos más caros son, al mismo tiempo, los que dan la mayor rentabilidad a cualquier actor de la cadena de comercialización. Ante este contexto, insistió el ejecutivo, no hubo producto de baja gama en 4G que acompañara el despliegue de las nuevas redes en el país.
«Con Plan Canje o sin él, lo que falta es la categoría de producto que se ubica en un promedio de u$s80, es decir, entre $3.000 y $4.000, que son los que más dinamizan y aceleran el recambio de terminales en el mercado», agregó del Río.
El director comercial de Claro indicó que el producto más barato cuesta hoy u$s110 y que para lograr que un equipo sea más barato hay que actuar en varios frentes. «Que los fabricantes decidan importar las partes de los equipos que se mueven en ese rango de precios, que los productos de esa gama que ingresan al país paguen menos tributo por ser más económicos, entre otras cosas», amplió.
El disparo fue directamente para las marcas de teléfonos, Samsung, LG, Huawei, Motorola, Sony, y demás, que fabrican a través de diversos ensambladores que operan en Tierra del Fuego y que están nucleados enla Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE).
«No le pedimos al Gobierno que arregle este problema», insistió del Río, quien volvió a poner el acento que la existencia de teléfonos 4G más barato depende de las decisiones de las marcas y, por ende, de los fabricantes.
Los operadores de telefonía móvil se abastecen de lo que ofrecen desde la isla. Cuando el año pasado había faltante de equipos en los operadores, la razón había que buscarla entre los ensambladores de Tierra del Fuego. Estos no podían proveer de terminales al mercado porque, a su vez, no recibían los dólares del Gobierno para hacer frente a la importación de los componentes, necesarios para integrar un smartphone.
Fernando del Río explicó, además, que de los teléfonos que hoy se venden en el mercado, el 30% se ubica por encima de los u$S110, mientras que un 40% se ubica en los u$s150. A esto se suma un 20% proveniente de los smartphones de u$s200 mientras que el restante 10% se concentra entre los productos más caros.
Cada mes se venden 800.000 smartphones 4G en el mercado argentino. Esto es lo que lleva a que, cada fin de año, el total de la venta se ubique por encima de los 10 millones de unidades.
Esa es la cifra que el ministro Aguad había propuesto como recambio para este año, con el objetivo de que «las comunicaciones no se corten». Pero, en verdad, a esa cifra se podría llegar sin ningún tipo de ayuda estatal. Y el verdadero problema de la calidad de las comunicaciones móviles no pasa tanto por los celulares sino, básicamente, por la infraestructura. Tal como ocurre en cualquier otro sector de la Argentina.
Para del Río, si todos los actores de la cadena que conforman la industria de la telefonía móvil establece nuevas estrategias y diseña una ingeniería comercial distinta, el mercado se dinamizaría mucho más. «Seguramente se lleguen a vender 12 millones de teléfonos 4G por año», aventuró. Y sin necesidad de poner en marcha un Plan Canje.
Dentro de 60 días
La semana pasada, durante un foro de telecomunicaciones convocadas por la GSMA, una asociación internacional que impulsa el desarrollo de la infraestructura y los servicios móviles en el mundo, el ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, estimó que en 60 días estará listo el Plan Canje de celulares anunciado hace un mes y medio en Barcelona.
Si bien el ejecutivo indicó que no se trataba sólo de cambio de terminales sino también de infraestructura, confirmó que se sigue adelante con la iniciativa.
En un trabajo colaborativo que se encara en conjunto con el Ministerio de Producción y las operadoras de telefonía móvil, el objetivo es abrir financiación para que los dispositivos 2G y 3G aún existentes en el mercado puedan ser cambiados a uno 4G. Y brindar a los segmentos de más bajos recursos facilidades de compra para que también puedan acceder al recambio.
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