MARTES, 31 de octubre 2017.- Una misión de científicos de la NASA llegó a Ushuaia para realizar una serie de vuelos consecutivos a la Antártida, que se llevarán a cabo a partir de la próxima semana y que servirán para relevar el espesor de las masas de hielo y otros parámetros relacionados con el cambio climático.
Los expertos llegaron a la provincia de Tierra del Fuego el 25 de octubre y por primera vez la Argentina será base del programa IceBridge, que busca estudiar y comprender el comportamiento de glaciares y capas de hielo de esa zona. La misión utilizará una aeronave modelo P-3 que sobrevolará la Antártida occidental, la región del continente que cambia con mayor rapidez.
Estudiarán el hielo de los mares de Bellingshausen y Weddell y los glaciares de la Península Antártica, como así también a lo largo de las costas English y Bryan. Los científicos prevén realizar al menos seis vuelos y hasta once, dependiendo de las condiciones climáticas.
Por primera vez en los nueve años en que se viene realizando IceBridge en el hemisferio sur, la misión lanzará dos series de vuelos consecutivos especializados sobre la Antártida desde dos continentes: América del Sur y Antártida, con dos aviones y equipos de instrumentos.
“Esta es una iniciativa emocionante y ambiciosa para IceBridge ya que las campañas duales nos permitirán continuar con los relevamientos de importantes áreas cercanas a la Península Antártica y ampliar significativamente nuestra cobertura de la vasta extensión de la Antártida Oriental”, dijo Nathan Kurtz, científico del proyecto IceBridge e investigador del hielo marino del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA en Greenbelt, Maryland.
Aunque la misión IceBridge ha estado activa desde 2009, esta es la primera vez que se volará desde Argentina. “Al volar desde Ushuaia en vez de Punta Arenas, estamos ahorrando una hora de vuelo de viaje hacia y desde la Antártida, porque estamos tratando de maximizar el tiempo de relevamiento de nuevos datos mientras sobrevolamos la Antártida y aéreas circundantes, y esa hora es muy importante”, explicó Kurtz.
En el caso de los vuelos con el P-3, la misión lleva su equipo completo de instrumentos, cuyo componente principal es un altímetro láser topográfico que mide la elevación de la superficie de hielo. IceBridge volará con dos versiones de este instrumento: uno equipado solamente con un láser verde y, por primera vez, una versión de dos colores que emite pulsos láser infrarrojo y verde.
Los datos relevados por el instrumento láser de dos colores serán utilizados para relacionar las mediciones realizadas por IceBridge con las de una próxima misión satelital de la NASA: Hielo, Nube y Elevación de la Tierra – Satélite-2 o ICESat-2, cuyo lanzamiento se prevé para fines de 2018.
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