VIERNES, 15 de diciembre 2017.- Para que los jubilados no pierdan con la fórmula de movilidad que figura en el proyecto de reforma previsional, el bono con el que el Ejecutivo planea compensar el «empalme» debería ser de unos $4.888 para los que cobran la mínima.
De acuerdo a la actualización vigente, que depende un 50% de la recaudación y otro 50% del índice de salarios del Indec, el haber mínimo pasará de $7.246 a $8.286 en marzo y en septiembre a $9.039 , por lo que el ingreso anual sumaría $109.025.
Según la fórmula ajustada por inflación y el índice de salarios del ministerio de Trabajo (Ripte), que se iba a debatir ayer en Diputados, el ingreso anual de un jubilado que cobra la mínima sería de $104.137, lo cual da una diferencia de $4.888 que, si el Gobierno pretende compensar con un bono, debería ser equivalente a esa cifra.
El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) estimó en base a los números que brindó el oficialismo el haber más bajo pasará de $7.246 a $$7.658 en marzo, a $8.055 en julio y a $8.435 en noviembre. La nueva fórmula pretende pasar el ajuste de semestral a trimestral.
Aún así, el oficialismo aseguró que el año que viene los jubilados «le ganarán cinco puntos a la inflación»-en rigor no se llegaría al 5% sino al 4%, calculó el CEPA-, pero para que se cumpla ese aumento en el poder adquisitivo las paritarias deberían cerrar en 19% y la suba de precios, en 16% (lo que implica una suba del 2% en los salarios reales), puntualiza el documento.
De esta manera «se los imposibilitaría de ganar 7% con la movilidad jubilatoria (variación de 24,74% e inflación de 16,6%» que resultaría de la fórmula actual.
Lo cierto es que detrás de la insistencia del Gobierno de tratar la reforma previsional junto con la tributaria está el intento por cumplir con la meta fiscal del 2018, pautada en un rojo del 3,2% del PBI.
La consultora Economía y Regiones detalló en un trabajo que con los cambios tributarios del proyecto que ya tiene dictamen el déficit aumenta en 0,5 puntos del PBI, ya que los ingresos bajan un 0,3% del producto, mientras que los gastos suben en 0,2%.
«En términos de las metas fiscales del gobierno, sin ajuste del gasto en el Presupuesto 2018 y con las reformas planteadas luego de las elecciones, el déficit primario aumentaría hasta 3,7% del PBI implicando un incumplimiento de 0,5% en términos del producto en relación con la meta fijada para 2018», señala el documento.
«En resumen, en la discusión del Presupuesto 2018 hay que introducir un recorte del gasto de por lo menos medio punto del PBI para bajar el déficit al lugar originalmente proyectado. Justamente, el cambio de fórmula en la actualización de las jubilaciones juega en este sentido. De hecho, el cambio de fórmula en la actualización de las jubilaciones es por ahora el único recorte en carpeta. No hay otros en agenda. Sin embargo, el cambio de fórmula de indexación de las jubilaciones no ahorra 0,5 puntos porcentuales del producto; ergo, se necesitan más recortes», concluye la firma dirigida por el economista Diego Giacomini.
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