MIÉRCOLES 9 de abril de 2025.- Cuando una molécula revoluciona el tratamiento de una enfermedad por su eficacia y seguridad, la noticia corre como reguero de pólvora y todo el panorama de las opciones terapéuticas se reacomoda. Esa molécula furor que pateó el tablero hace pocos años se llama semaglutida, y hoy es conocida en todo el mundo por sus dos presentaciones con distinta dosificación: bajo el nombre de Ozempic® destinada al tratamiento de la diabetes tipo 2, y bajo el nombre de Wegovy® para el tratamiento de la obesidad.
El boom de la semaglutida se debe a su capacidad no solo para controlar los niveles de glucemia en personas con diabetes, sino también para facilitar la pérdida de peso, lo que impulsó a escala global su uso “off label” —es decir, “fuera de la etiqueta” y de las indicaciones aprobadas por las agencias reguladoras— como tratamiento para la obesidad.
Romper el off label es un desafío enorme para un medicamento, permite llegar a la población objetivo real para la que fue diseñado y permite a los profesionales de la salud, realizar la prescripción médica precisa y correspondiente. Así, los pacientes acceden a un principio activo cuya innovación, seguridad y eficacia está probada en la mayoría de los países del globo; recibe el consenso de los expertos, y lo más importante se puede hacer un seguimiento de la administración y eventuales contraindicaciones del mismo en cada paciente.
Ahora bien, para esta droga tan instalada en el mundo para combatir la diabetes y las enfermedades metabólicas, romper el off label para el tratamiento contra la obesidad y el sobrepeso era su gran desafío en los últimos años. Ese tiempo ya llegó en la Argentina, la semaglutida de 2,4 mg, se comercializará en el país bajo la denominación Wegovy®.
El medicamento que es el primer agonista del receptor GLP-1 de aplicación semanal indicado para el control del peso corporal en combinación con una dieta reducida en calorías y un aumento de la actividad física, estará disponible en nuestro país a partir del último cuatrimestre del 2025.
Vale aclarar que una misma droga —la semaglutida— se comercializa en dos formulaciones de inyecciones con diferentes dosificaciones:
Semaglutida en dosis de 0,25; 0,5 y 1 miligramo (Ozempic™), destinado al tratamiento de la diabetes tipo 2 (ya disponible en Argentina)
Semaglutida en dosis de 2,4 miligramos (Wegovy™) indicada para el tratamiento del sobrepeso y la obesidad en adultos mayores de 18 años (disponible en Argentina a partir del último cuatrimestre de 2025)
Los precios estimativos en el mundo
En Estados Unidos, semanas atrás, Novo Nordisk divulgó un comunicado en el que presentó “NovoCare® Pharmacy, una plataforma que reduce el costo de todas las dosis de Wegovy® (semaglutida) aprobado por la FDA a USD 499 por mes, siendo que sin ninguna cobertura este precio asciende a unos USD 1.200. En tanto, según pudo estimar Infobae, en Europa (España, Reino Unido y Alemania, por citar algunos ejemplos) puede encontrarse entre €179,89 y €292 Euros por caja que dura 1 mes, aunque depende de cada presentación. Por otro lado, en Argentina, a medida que se acerque la fecha de lanzamiento, se comunicarán detalles sobre el costo y la cobertura del tratamiento a través de los canales habituales.
La semaglutida 2.4 mg se administra por vía subcutánea a través de una lapicera prellenada, una vez a la semana, y ANMAT autorizó su uso para el control de peso en adultos con obesidad (IMC ≥30) o sobrepeso (IMC de ≥27 a <30) con al menos una comorbilidad relacionada con el peso (como hipertensión, diabetes tipo 2 o colesterol alto), junto con cambios en el estilo de vida (alimentación saludable y realización de actividad física).
La semaglutida emergió en la pospandemia como una solución para dos de las principales condiciones de salud —diabetes y obesidad — que afectan a millones de personas en todo el mundo. La semaglutida 2.4 mg es un agonista del receptor GLP-1, con un 94 % de similitud con la hormona GLP-1 humana.
En exclusiva, el científico responsable de su desarrollo habló en mayo pasado con Infobae desde Dinamarca. Este fármaco, un agonista del receptor GLP-1 con un 94 % de similitud con la hormona GLP-1 humana, promueve la pérdida de peso al reducir el hambre y aumentar la sensación de saciedad, lo que contribuye a una menor ingesta calórica.
El laboratorio danés Novo Nordisk es el fabricante de la semaglutida y remarca en cada una de sus comunicaciones públicas que se trata de un medicamento de venta bajo receta, que requiere indicación médica y un adecuado seguimiento.
Marcus Schindler, director científico y vicepresidente ejecutivo de Investigación y Desarrollo Temprano del laboratorio danés Novo Nordisk, le contó a Infobae que fueron necesarios más de 30 años de investigación para desarrollar la semaglutida, un fármaco de acción prolongada contra la diabetes.
Schindler, responsable del hallazgo de la molécula semaglutida, explicó cómo el medicamento se convertido en un fenómeno global, con una relevancia internacional creciente, desde celebridades de Hollywood hasta figuras como Elon Musk, debido a su efectividad tanto en el control de los niveles de glucosa en personas con diabetes tipo 2, como en la reducción de peso en pacientes con obesidad, abordando así dos grandes problemas de salud pública.
Además de todos los beneficios de la semaglutida, diversos estudios recientes también advirtieron sobre efectos secundarios, como el aumento del riesgo de parálisis estomacal y otros trastornos digestivos, como náuseas y vómitos.
La pandemia de obesidad
El mundo hoy se enfrenta a dos grandes problemas de salud pública que necesitan un abordaje terapéutico integral y multidisciplinario; por un lado, la obesidad, repartida entre los 2500 millones de adultos que viven con sobrepeso, de los cuales 890 millones tienen obesidad.
Y por el otro, la diabetes, y los 422 millones de personas que la padecen y los 1,5 millones que mueren cada año como consecuencia directa de la enfermedad, según las últimas cifras actualizadas de la Organización Mundial de la Salud.
Estos números muestran que la obesidad es, cada vez más, uno de los mayores desafíos de salud pública, tanto en Argentina como a nivel mundial. Según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, más de 6 de cada 10 adultos mayores de 18 años presentan exceso de peso en el país.
El tratamiento de la obesidad
Este panorama se refleja en la creciente demanda de tratamientos eficaces y sostenibles, que puedan ayudar a controlar el peso corporal y prevenir complicaciones relacionadas con la obesidad a miles de argentinos.
La semaglutida es un análogo del péptido similar al glucagón (GLP-1) que ha demostrado ser altamente efectiva tanto en el control de los niveles de glucosa como en la reducción de peso en personas con diabetes tipo 2.
Este fármaco actúa estimulando la liberación de insulina en función de los niveles de glucosa en sangre y la cantidad de alimentos ingeridos, lo que permite reducir considerablemente el riesgo de hipoglucemia, evitando que los niveles de azúcar en sangre disminuyan de manera peligrosa cuando no hay nutrientes presentes.
Qué dicen los expertos sobre el tratamiento de la obesidad
El doctor Alberto Cormillot, director de la carrera de Nutrición de la Universidad ISALUD, destacó que, al igual que otras enfermedades crónicas, la obesidad requiere un manejo a largo plazo. “Es necesario un enfoque integral, con tratamientos efectivos que ayuden a prevenir recaídas y un plan de tratamiento personalizado, sostenible, con objetivos claros y alcanzables”, explicó a Infobae.
Por su parte, la médica especialista en nutrición Mónica Katz, expresidenta de la Sociedad Argentina de Nutrición, subrayó que las herramientas farmacológicas, como la semaglutida, que ya se emplean para el control de la glucosa en personas con diabetes, han demostrado ser útiles y seguras también para el tratamiento de la obesidad. “Semaglutida a dosis más altas ha logrado mejores resultados que los fármacos de generaciones anteriores”, agregó.
“Definitivamente, es una buena noticia poder contar con medicaciones que están disponibles en otras partes del mundo y que vienen demostrando ser muy útiles y seguras para ayudar al control del peso corporal”, ponderó Katz.
En los estudios clínicos STEP, realizados por Novo Nordisk, se demostró que la semaglutida a dosis de 2,4 mg, administrada semanalmente, logró una reducción del peso del 20% en uno de cada tres pacientes, con una pérdida promedio de peso de alrededor del 17%, sostenida durante dos años.
Además, los datos del estudio SELECT, presentados en el evento científico del Colegio Americano de Cardiología (ACC 2025), revelaron que este medicamento reduce un 22% los eventos cardiovasculares en personas con obesidad y enfermedad cardiovascular establecida, sin diabetes.
El doctor Ernesto Duronto, cardiólogo y jefe de la Unidad Coronaria del Hospital Universitario de la Fundación Favaloro, explicó que el abordaje del peso es crucial, ya que la obesidad es una causa raíz de múltiples enfermedades, incluyendo la enfermedad cardiovascular y la diabetes tipo 2. “Cada paciente tiene un camino distinto hacia una mejor salud, y el tratamiento de la obesidad juega un papel fundamental en la prevención de otras patologías”, señaló.
Asimismo, destacó que existen conceptos erróneos sobre la obesidad, como la creencia de que es solo el resultado de malas decisiones de estilo de vida. En realidad, hasta el 70% de las personas con obesidad tienen factores genéticos y familiares que contribuyen a su condición.
Carlos Otheguy, vicepresidente de Novo Nordisk Argentina, subrayó el compromiso de la compañía con la investigación y el desarrollo para abordar enfermedades crónicas como la obesidad. “Después de más de 30 años de investigación, estamos cambiando el paradigma del tratamiento de la obesidad a nivel mundial”, concluyó a Infobae.
En diálogo desde Dinamarca, Schindler también remarcó a Infobae: “La obesidad es una enfermedad crónica y no un estilo de vida. Con la molécula GLP-1, abrimos las puertas a nuevos tratamientos posibles”, explicó.
En sus palabras, esta innovadora molécula, que se mostraba con “buenos efectos sobre la glucosa”, logró evolucionar hasta convertirse en un fármaco “de acción prolongada” que se administra una vez a la semana y que logró una pérdida de peso entre “un 15 y 20 % en los pacientes”.
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