JUEVES, 26 de septiembre 2024.- La chacra «Carmela», ubicada en la margen sur de esta ciudad, fue escenario de un incendio que destruyó todo a su paso este miércoles, dejando a sus propietarios sin sus animales ni herramientas.

Silvia Velázquez, dueña de la chacra, expresó el profundo dolor por la pérdida de más de 80 porcinos, junto con años de esfuerzo y dedicación. «Perdimos todo en un mes», afirmó, haciendo referencia también a un ataque de perros abandonados que semanas atrás les había costado 12 ovinos y 35 aves.

Velázquez relató que el incendio fue especialmente devastador para los animales. «Fueron pérdidas totales, tanto de animales como de herramientas. Nos duele mucho por el sufrimiento que pasaron los animales al morir quemados», dijo la productora. Entre las pérdidas se encontraban 62 lechones, madres reproductoras y cachorras que estaban preparadas para renovar la cría.

La chacra «Carmela», un proyecto que la familia Velázquez había iniciado tras la jubilación de Silvia y su marido en 2010, era su «cable a tierra» y una forma de continuar el legado de su madre, Carmela, una mujer trabajadora y luchadora. «Con mucho esfuerzo compramos la chacra y le dimos utilidad criando aves, ovinos y porcinos», explicó Silvia, lamentando que en solo un mes perdieron todos los animales, primero por los perros abandonados y ahora por el fuego.

Sobre la posibilidad de retomar la actividad productiva, Silvia comentó que aún es incierto. «Hoy es el día más triste, estamos analizando qué hacer. Somos gente mayor y va a costar mucho empezar de nuevo, pero este es nuestro lugar y nuestro trabajo. Confío en Dios para que nos dé fuerza y salud para seguir», expresó.

A pesar del difícil momento, Velázquez agradeció la rápida asistencia del Municipio de Río Grande, en especial a Facundo Armas y Juan Manuel Allende, quienes coordinaron el retiro de los animales muertos y la limpieza de los escombros. «También queremos agradecer al intendente Martín Perez y a la Asociación de Pequeños Productores Porcinos por su apoyo y solidaridad», concluyó.

El futuro de la chacra «Carmela» aún es incierto, pero el espíritu de lucha de la familia Velázquez sigue vivo, aferrado a la esperanza de poder volver a levantarse.

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