SÁBADO, 12 de noviembre 2016.-El diputado nacional Carlos Gastón Roma (PRO – Cambiemos) fustigó duramente a sus críticos y reclamó que “acá debe haber una política de Estado donde los fueguinos sean dueños de su decisión política y no en las actuales condiciones donde mantienen a nuestros pibes de rehenes en las fábricas”.
“Diez empresarios vivos, que en complicidad con los sindicalistas que convalidaron los contratos basura, y los cuatro diputados irresponsables del kirchnerismo que votaron en contra de los 40 mil millones que se necesitan en el presupuesto para sostener las ensambladoras electrónicas”, disparó.
Roma observó que “aquí quieren matar al cartero, yo soy el más preocupado por la pérdida de empleos y porque la gente quede en la calle, soy fueguino y conozco perfectamente la especulación y la inescrupulosidad de los pseudo-empresarios de AFARTE. He visto que durante décadas han dejado miles de trabajadores en las calles, generando crisis social, estallido social -e incluso un muerto- y un ejército de desocupados que después el propio Estado tuvo que absorber en algunos casos y en otros con trabajo en negro dentro del Estado a través de los Planes de Entrenamiento durante 10 o 15 años”.
Aseguró que “la mala noticia, es que le siguen mintiendo a la gente: empresarios, sindicalistas y políticos sabían que esto iba a ocurrir. Sabíamos que tenemos empresarios que no invierten, que en sociedad con algunos sindicalistas cómplices han sostenido la ignominia de los contratos basuras y la precarización laboral. Que cuando necesitaban ensamblar algún producto habilitaban una línea provisoria para armar algún producto estacional y luego echaban a la gente. Esto lo sabían perfectamente los sindicalistas que se callaron la boca en complicidad con la falta de inversión de los empresarios”.
“Fíjese los cuatro diputados kirchneristas, que van a las marchas con la bandera de la UOM y después en el Congreso votan en contra del presupuesto que permite financiar la industria electrónica fueguina”, contrastó Roma y remarcó que “no quiero destruir la industria fueguina, quiero que tengamos una industria competitiva, que exporte, que genere puestos de trabajo genuinos y altamente calificados.
Que los trabajadores ganen un buen sueldo y que puedan progresar, criar a sus hijos dignamente, pero para eso se necesita una industria fueguina sustentable, sostenible en el tiempo. Los que destruyen la industria son los diez empresarios vivos que especulan, que no invierten, y que cuando los números no le cierran, bajan la persiana y echan la gente a la calle”.
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