DOMINGO, 29 de marzo 2015.-Un convenio entre el INTA – Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria -, el Ministerio de Agricultura Ganadería, Pesca y Alimentos de Nación y el Municipio de Río Grande, dio por resultado un trabajo en conjunto que involucró a dos instituciones más, la Fundación Progresar en el Fin del Mundo y la Cámara Integral Metalmecánica Fueguina (CIMFUE).
El proyecto fue financiado por la SAGPyA y la Fundación Progresar en el Fin del Mundo, siendo el Municipio quien administró los fondos y acompañó el desarrollo, que luego de 8 meses de trabajo entre el INTA y la CIMFUE se dejó la capacidad metalúrgica instalada en Río Grande para la producción en serie de dos modelos de invernáculos. Uno de tamaño familiar, pensado para el patio de la casa y obtener verduras y frutas frescas para el hogar y otro de dimensiones mayores para emprendimientos en la agricultura periurbana.
El INTA aplicó sus conocimientos científicos – tecnológicos en el diseño de un invernadero capaz de resistir las inclemencias climáticas de Rio Grande. “Su estructura de hierro galvanizado, cobertura de policarbonato y sujeciones están pensadas para resistir los vientos de nuestra zona, y, su forma parabólica diseñada para captar los rayos solares dará luz y calor en su interior con una alta inercia térmica lo que permite aumentar el tiempo de producción efectiva en la temporada dando mayores rendimientos en los cultivos”, informó el Ingeniero Paulo Gea, Coordinador Provincial del Programa Pro Huerta.
Los modelos fueron realizados con la asistencia técnica del Ingeniero Paulo Gea, quien remarcó la importancia de este emprendimiento: “Invernaderos fueguinos es un sueño que surge después de los estudios de posgrado que el INTA invirtió en mi persona y hoy se los puedo devolver a la comunidad en un producto tangible”, ya que, “indudablemente es una innovación enriquecedora para todos los que quieran incursionar en la agricultura familiar”.
En relación a la CIMFUE, el Ingeniero puntualizó que, “no sólo da financiación para la compra, sino que además ofrece la instalación de los invernáculos con garantía de años.
Esto le va a permitir a la agricultura urbana de Río Grande dar un giro en la seguridad y soberanía alimentaria, ya que el productor familiar va tener productos frescos para la venta o para el hogar con las técnicas de cultivo que gratuitamente se dictan en el INTA todos los años sin que el viento “vuele” las ilusiones de poder producir nuestros propios alimentos”.
Los primeros dos invernaderos fueron entregados a la Chacra “El Roble” de Guillermo Cuyul y Chacra “La Porfiada” de Ángela Cabrera, en tanto que los seis restantes, que son parte del convenio rubricado, serán adjudicados en los próximos días según detalló el Ingeniero Gea.
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