SÁBADO, 12 de mayo 2018.- El reciente aumento de la actividad volcánica en la isla de Hawái, la más grande del archipiélago homónimo, podría tener graves consecuencias para los habitantes del área, informa The Washington Post.
Los científicos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) comentan que el movimiento de magma ya ha causado muchas fracturas en las rocas. En el caso de que la lava entrara en contacto con las aguas subterráneas, podrían ocurrir fuertes explosiones de vapor. Una explosión de estas características podría expulsar al aire rocas de varias toneladas.
Donald Swanson, un volcanólogo del USGS, dice que una hipotética explosión «provocaría riesgos de todas las escalas». Según el científico, el área cerca del cráter correría el riesgo de impacto de bloques de rocas de entre 10 y 12 toneladas de peso. Además, zonas situadas en un radio de varios kilómetros recibirían el impacto de rocas más pequeñas, «del tamaño de canicas». Y a una distancia de 30 kilómetros a sotavento se podría ver «ceniza flotando en el cielo como si fuera nieve».
Otro gran problema que señalan las autoridades es el posible riesgo de destrucción de la planta geotermal de la isla, que almacena pentano, un peligroso producto químico. Si una bomba volcánica cayera sobre la planta, las fugas de gas causarían problemas a la salud de la población. Por lo tanto, las autoridades de la isla pidieron trasladar 45.000 litros de esa sustancia inflamable lejos de esa área.
El volcán Kilauea está en erupción desde hace muchos años, pero su actividad ha aumentado recientemente. A causa de los movimiento de lava, los incendios, la emanación de gases tóxicos y las lluvias acidas la población local se ha visto obligada a dejar sus hogares y a trasladarse a lugares más seguros en el suroeste de la isla. Según el gobernador de Hawái, David Y. Ige, 36 construcciones, de ellas 27 casas residenciales, fueron destruidas por la lava. Las autoridades del estado también reportan que alrededor de 2.000 personas fueron evacuadas del peligro.
El archipiélago de Hawái es de origen volcánico, por lo que la actividad de los volcanes siempre ha condicionado a su población. Los científicos continúan monitoreando la zona para estar preparados ante cualquier amenaza geológica.
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