MARTES, 22 de agosto 2017.- Según pudo confirmar, a raíz de los operativos llevados a cabo en el lugar donde hallaron el avión que cayó en el Delta ya se encontraron dos cuerpos, aunque aún no fueron identificados.
El primero fue divisado alrededor de las 16.00, mientras que el segundo apenas pasadas las 20.00 de este lunes. Hasta el momento sólo se sabía del hallazgo de «restos humanos» en el fuselaje de la aeronave, pero las últimas novedades hablan de que había al menos dos cuerpos.
Autoridades aeronáuticas habían anticipado con cautela esta tarde la noticia de que se habían encontrado partes humanas entre los restos del Mitsubishi, divisado el sábado en el río Paraná Guazú, tras 26 días de búsqueda.
Se encuentran colaborando a partir de hoy en la investigación el Equipo de Antropología Forense y tanatólogos, que serán los encargados de determinar a quiénes pertenecen los cuerpos que fueron encontrados en el avión.
En la aeronave viajaban al momento del accidente el piloto Matías Ronzano, de 30 años; su copiloto Facundo Vega, de 25 años; y Matías Aristi, de 37 años, hijo del dueño de la empresa Aibal SA, propietaria del avión.
El jefe de la Asociación Nacional de Aviación Civil (ANAC), Juan Pedro Irigoin, había afirmado más temprano que por las características del accidente aéreo que sufrió la aeronave Mitsubishi matrícula LV MCV «indican que no va a haber sobrevivientes».
«Estaban irreconocibles», habían sido esta tarde las palabras de Eduardo Génova, piloto y amigo de la familia de Ranzano en comunicación con el medio cordobés Cadena 3. Génova dejó saber que fue el propio padre del piloto quien le dio detalles del estado en el que se encontraban los cuerpos hallados en la aeronave.
El avión Mitsubishi despegó el 24 de julio pasado desde el aeropuerto de San Fernando. No se supo nada de él hasta el sábado pasado cuando alrededor de las 17.30 en una zona de gran vegetación cercana al río Paraná Guazú, en el Delta, fueron encontrados los restos de la aeronave.
Arroyo Salgado dio detalles de la investigación:
La jueza encargada de la investigación del accidente aéreo declaró acerca del procedimiento realizado y los pasos a seguir. Además destacó el trabajo que vienen haciendo y desmintió acusaciones que se le hacían a las víctimas.
Aquí, lo más destacado:
«Estuvimos trabajando en la recuperación de las tres personas que se verificó que viajaban en el avión».
«Hubo muchos héroes anónimos: la gente de prefectura naval, buzos tácticos, bomberos, muchas personas que están haciendo un trabajo muy importante desde la primera hora hasta la última hora».
«Es una zona muy hostil, es una zona de pantano donde hay que ir permanentemente asegurando el terreno. Lo que se priorizó es la recuperación de estas tres personas y quisimos hacer formar parte a las familias en este proceso de recuperación».
«Desde el domingo, el decano forense Luis Ginesín convocó a un tanatólogo para que analizara a los restos humanos que se han encontrado. Roberto Cohen trabajó ayer todo el día orientando la búsqueda preservando los restos que fueron hallados».
Además, Sandra Arroyo Salgado habló de dos líneas: la primera, que tiene que ver con la investigación del accidente aéreo a cargo de Pamela Suárez y, la segunda, tiene que ver con la investigación judicial que implica reconstruir los últimos momentos aéreos.
La jueza aprovechó la situación para desvincular a las víctimas de «algo mal difundido por los medios» que «hacían dudar a los tripulantes sobre un posible ilícito».
Por último, pidió «tiempo para que nos dejen trabajar, dejen trabajar a los forences» y aseguró que se encargaron de hacer conocer todos los derechos que tienen los familiares de las víctimas para poder seguir los hechos y acompañar la investigación.
«En esta instancia, lo que se estuvo haciendo hasta ahora, y que por la hostilidad del terreno nos llevó todo el día, fue darle prioridad a la recuperación de los cuerpos», finalizó.
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