MARTES, 30 de enero de 2018.- Víctor Manzanares, contador de la familia Kirchner, detenido por obstrucción a la justicia, rompió todo vínculo con la ex Presidenta y su hijo Máximo Kirchner.
Renunció a todos los poderes que tenía ante la AFIP y otros que le habían sido otorgados con los que anteriormente se desempeñó en las empresas que son investigadas por lavado de dinero.
En las próximas semanas pedirá una ampliación de su indagatoria con la representación, en principio, de un defensor oficial. Antes era representado por Carlos Beraldi, el abogado de Cristina Kirchner.
“Sólo recibía documentación de mi cliente y me encargaba liquidar impuestos (…) mi función siempre consistía en recibir documentación y sobre esa base realizaba las tareas contables pertinentes”, declaró Manzanares ante el juez Julián Ercolini que lleva la causa Hotesur SA, la empresa dueña del hotel Alto Calafate investigada por lavado de dinero.
Lázaro Báez administró el hotel junto a otros dos más, y garantizó más de $ 32 millones de ingresos a los Kirchner. Desde 2013, Osvaldo Sanfelice es quien está al frente de la administración de los complejos turísticos, investigado también por maniobras de blanqueo.
Las declaraciones de Manzanares remarcaron que la relación con los ex presidentes era “como con todos los clientes” y hasta la muerte de Néstor Kirchner “siempre tuvo relación con él y luego de ello el vínculo fue con Cristina Fernández y Máximo Kirchner en cuanto a lo personal”.
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