DOMINGO, 17 de mayo de 2020.- La línea de monedas “Arboles de la República Argentina” de 1 peso (jacarandá), 2 pesos (palo borracho), 5 pesos (arrayán) y 10 pesos (caldén), lanzada en 2017 (BCRA)
A fines de 2017, el Banco Central lanzó una nueva línea de monedas hechas con metales menos caros que el cobre y el níquel que traían las anteriores. El cambio, entre otros objetivos, buscaba que su costo de fabricación no fuera superior a su valor como medio de pago. Menos de tres años después, la inflación lo hizo de nuevo: fabricar la todavía nueva moneda de 1 peso, de color rojizo y con la imagen de un jacarandá, cuesta más que 1 peso.
Las otras monedas de la línea “Árboles de la Argentina” de 2 pesos (palo borracho), 5 pesos (arrayán) y 10 pesos (caldén) pronto estarán en la misma situación a medida que se acumulen la inflación y la devaluación.
Según pudo saber Infobae, el costo del “cospel”, como se llama el disco metálico sin acuñar, oscila entre 2 y 2,5 centavos de dólar para las monedas de 1, 2 y 5 pesos. Utilizando el tipo de cambio oficial, el costo del material se ubicaría entre $1,40 y $1,75. Esas 3 monedas están hechas en “acero electrodepositado” con cobre, latón y níquel, respectivamente. La moneda de $10, en cambio, está acuñada en alpaca y pesa 9 gramos, el doble que la de $1. El costo del metal, en este caso, asciende a 5 centavos de dólar, o $3,50 por unidad.
Es difícil establecer cuál es el impacto de la acuñación en el Presupuesto, ya que los contratos por los cuales el Banco Central le compra monedas y billetes terminados a la Casa de la Moneda pueden durar más de un año y, aunque están pactados en pesos, también incide la devaluación en el costo de los metales, valuados en dólares.
Las monedas “bimetálicas” de 1 y 2 pesos de la serie anterior, aún en circulación, con el centro dorado y el anillo plateado y viceversa, están hechas en una aleación de cobre y níquel. Su costo se había vuelto tan elevado en 2017 que esos metales debieron ser reemplazados por los actuales.
¿Cuánto cuesta llevar las monedas a los bolsillos de los argentinos? El costo se compone de ese contenido metálico, valuado en dólares, y del precio de la acuñación, que no es alto y se fija en pesos. Una vez que la moneda fue acuñada en la Casa de la Moneda y entregada al Banco Central aparece otro costo muy relevante: la logística.
Comerciantes, quiosqueros y pymes, en especial en el interior del país, se quejan de la falta de monedas para dar vueltos en las operaciones cotidianas. Por pedido de esos sectores se demoró la salida de circulación del billete de $5: los comerciantes decían que no había monedas para reemplazarlos.
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