DOMINGO, 20 de mayo 2018.- El mundo no es, ni será una porquería, mirar de manera negativa la vida humana carecería de esperanza, de sentido y vacía. Por supuesto que vivir tiene muchas alegrías, muchas ilusiones, muchos sueños, muchas utopías, la vida nace y se reproduce a cada instante.
Tampoco debemos ser ilusos, los opuestos están y este es el gran equilibrio que tenemos que vivir. Lo bueno y lo malo se encuentran permanentemente. Las situaciones de vida buenas y malas están, y las persona buenas y no tan buenas también están.
Siempre me gusto el tango “Cambalache”, mi padre era un apasionado del tango, tenía una vitrola, construida por él y varias cajas de disco de pasta donde, creo, no faltaba ninguno de los tangos y milongas de moda de la época, entre ellos camabalache y como sonaba…..
Cambalache Tango 1934 Música: Enrique Santos Discepolo Letra: Enrique Santos Discepolo
Que el mundo fue y será una porquería
ya lo sé…
(¡En el quinientos seis
y en el dos mil también!).
Que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaos,
contentos y amargaos,
valores y dublé…
Pero que el siglo veinte
es un despliegue
de maldá insolente,
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos
en un merengue
y en un mismo lodo
todos manoseaos…
¡Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor!…
¡Ignorante, sabio o chorro,
generoso o estafador!
¡Todo es igual!
¡Nada es mejor!
¡Lo mismo un burro
que un gran profesor!
No hay aplazaos
ni escalafón,
los inmorales
nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
¡da lo mismo que sea cura,
colchonero, rey de bastos,
caradura o polizón!…
¡Qué falta de respeto, qué atropello
a la razón!
¡Cualquiera es un señor!
¡Cualquiera es un ladrón!
Mezclao con Stavisky va Don Bosco
y «La Mignón»,
Don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín…
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches
se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remaches
ves llorar la Biblia
contra un calefón…
¡Siglo veinte, cambalache
problemático y febril!…
El que no llora no mama
y el que no afana es un gil!
¡Dale nomás!
¡Dale que va!
¡Que allá en el horno
nos vamo a encontrar!
¡No pienses más,
sentate a un lao,
que a nadie importa
si naciste honrao!
Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura
o está fuera de la ley…
Discépolo no era ningún improvisado, no escribía los tangos en una servilleta de bar después de tomarse un par de ginebras. Pulía sus letras finamente, como los grandes poetas. Para el tango «cambalache» se encargó de juntar símbolos opuestos del mundo desquiciado que asomaba allá por los años 30.
Siempre quise saber a quienes se refería Enrique Santos Discepolo («Discepolín») en una parte de su famoso tango «Cambalache»(1935).
A continuación anexo el fragmento que nombra personajes de la historia que se oponen por su vida…
«…que falta de respeto,
que atropello a la razón;
cualquiera es un señor,
cualquiera es un ladrón.
Mezclaos con Stavisky,
van Don Bosco y la Mignon,
don Chicho y Napoleón,
Carnera y San Martín.»
Gran parte de los personajes que menciona Discepolo son figuras contrastantes y de actualidad de la década del 30.
Stavisky Alexandre, un estafador ruso de alto vuelo. En la década del ´30, el régimen Francés está totalmente desacreditado (de 1933 a 1940 se suceden 15 gobiernos). El sistema constitucional es débil; el Parlamento, ineficaz. carece de prestigio y autoridad moral. La gota que derrama el vaso es la revelación de que algunos banqueros sobornan a políticos y funcionarios. Entre ellos se encontraba uno de origen judío: Serge Alexander Stavisky. Se descubre que este hombre de negocios reparte dinero a conservadores, liberales y socialistas, a representantes de la burguesía y la policía. En enero de 1934, Stavisky se suicida –muy misteriosamente– en la cárcel de Bayona.
Don Bosco, sacerdote fundador de los salesianos, canonizado por el Papa Pio XI en aquel mismo año. Su vida la consagró a los jóvenes, un santo.
Don Chicho, apodo del jefe de la mafia argentina, Juan Galiffi, detenido y procesado en 1932. La mafia en Argentina :Con el secuestro y muerte del hacendado Abel Ayerza en la localidad cordobesa de Corral de Bustos (a pesar de que se pagó el rescate), se concreta el primer asesinato mafioso en la Argentina. Este crimen reveló la existencia de una vasta organización mafiosa en la ciudad de Rosario, encabezada por Juan Galiffi, Chicho Grande. Con el respaldo de jueces y políticos, esta red delictiva incursionó en robos, secuestros, el juego clandestino y la prostitución.
Carnera (Primo Carnera), boxeador italiano que retuvo el titulo de campeón mundial de peso completo en el bienio 1933-1934, cuando venció a Jack Sharkey en un combate a seis rounds en Nueva York. Tras su victoria Carnera, el patriota italiano, anunció “Lo hice por mí, por el Duce y por toda Italia”.
Anteriormente, al boxeador Ernie Schaff le provocó la muerte debido a los golpes propinados en un combate que ganó.
La Mignon, parece la forma usual entre nosotros de la voz francesa mignone con el valor de «querida » o «mantenida». Figura de la novela francesa de la época.
San Martín y Napoleón no necesitan presentación alguna. Dos famosos militares, uno francés de fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, y el otro libertador de un amplio territorio sudamericano, le sirven de contraste frente a los «héroes» de las páginas policiales y deportivas del periodismo sensacionalista.
Casi medio siglo después de su aparición, el brutal régimen dictatorial de 1976 que tomó el poder con un golpe de estado decidió «recomendar» su no difusión.
De igual manera el tango siguió escuchándose, siguió sonando en la radio, la televisión, en casa, en bares y lugares donde gustaba la música. Cambalache es un tango que superó los tiempos cronológicos y hoy sigue siendo escuchado…
Aunque ya no es de la época parece como que la época se repite o la historia es la misma, cambian los nombres de los personajes quizás, o tal ves los personajes se reencarnan… cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia!!!!!!! No nos debe dar lo mismo, debemos distinguir unos de otros, podemos distinguir formas de vida, ya basta de lo mismo.
Por: Walter D´Angelo
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