LUNES, 14 de noviembre 2016.-Aumenta el malestar en el Hospital Regional Río Grande que cada día sufre la emigración de profesionales que no ven satisfechos sus expectativas salariales. El precepto de «igual trabajo, igual remuneración» parece no existir en la política salarial del gobierno de Rosana Bertone, que arbitrariamente paga $1.800 la guardia de 24 hs a los médicos de planta y $8.000 a profesionales contratados.
Las condiciones laborales cada día peor, no son pocas las situaciones donde los médicos han sido victimas de la violencia física y verbal. Sin espacio físico y con un mobiliario vergonzoso. Por otra parte los profesionales médicos y enfermeros, personal administrativo y choferes deben desatender sus obligaciones para retirar la comida al mediodía y noche. Un médico indignado comentó «El almuerzo y la cena se retira con ticket como si fuéramos los que nos llevamos la comida, que de hecho, es poca».
En la guardia central del Hospital Regional Río Grande se atienden niños, adultos, adultos mayores, internos de la Unidad de Detención, detenidos por la policía provincial, todos juntos deben esperar, además de utilizar los mismos baños -junto a personas en estado de ebriedad y en situación de calle- en la misma sala de espera.
Madres con sus hijos, mujeres, niños, ancianos y discapacitados, sometidos a situaciones de violencia psicológica, cuando no física, en la guardia central del Hospital. Mientras tanto la Señora Gobernadora habla de los derechos de los niños, de las mujeres, de la ancianidad y de las personas discapacitadas, cuando sus funcionarios brillan por su ausencia e incapacidad.
El sistema de calefacción de la sala de espera no funciona, el frio que pasan lo saben solo los pacientes que no pueden «bailar zumba como la gobernadora» para entrar en calor. Las manitas de los niños escarchadas de frio imploran un poco de «piedad» por parte de un gobierno provincial que hace agua por todos lados.
El personal del Hospital cruza los dedos e implora al cielo para que no suene el 107 o la comunicación radial solicitando ambulancia, ya que en muchas oportunidades la guardia queda sin cobertura médica porque deben salir a cubrir el servicio prehospitalario, mientras tanto los pacientes que aguardan deben seguir esperando desesperados.
Un médico del nosocomio comentó «somos los médicos de planta los que nos ponemos la camiseta todos los días, pero Bertone y su gabinete hacen oídos sordos «los vecinos se enteran lo que padecemos cuando vienen a la guardia, y se sorprenden porque creen que este gobierno ha cambiado las cosas, pero lamentablemente se encuentran con la realidad de un hospital que se cae a pedazos».
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