MARTES, 15 de agosto 2017.- Un video que comenzó a circular en las redes sociales muestra como un grupo de personas junto a una jauría dan caza a un puma en una zona no especificada de Santa Cruz, generando así la indignación de la mayoría de los usuarios.
De igual manera como este video tiene sus detractores, tiene a sus defensores quienes alegan que el felino «mata al ganado bovino y genera grandes pérdidas económicas que perjudican a los estancieros», siendo esta una justificación similar a la que se hace con el guanaco.
Cabe recordar que la Ley 22.421, de Protección y Conservación de la Fauna Silvestre, declara al puma de interés público, haciendo de su protección y uso racional una obligación del Estado. A su vez, de tomarse decisiones en ausencia de certezas científicas, se vulnerarían los principios sostenidos por la Ley General del Ambiente.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), ha cambiado el estatus del puma de preocupación menor a especie casi amenazada, dejando abierta la posibilidad de que pueda ser catalogado como vulnerable cuando se disponga de más datos sobre su distribución.
En Argentina, la especie se encuentra extinta en las provincias de Entre Ríos, el sur y centro de Santa Fe, el centro de Tucumán y en casi toda la provincia de Buenos Aires. En la provincia de Chubut, donde hace 50 años abundaba, hoy es una especie en peligro de extinción.
Fue en nuestra provincia donde el doctor Nores Martínez creó la raza de perro dogo argentino, pensada para abatir al puma (entre otras especies) en lucha cuerpo a cuerpo entre felinos y perros, en un tipo de caza llamada «caza de Montería» en su versión criolla.
Para este tipo de caza muchas veces se entrena a los perros haciéndolos pelear con pumas en cautiverio, práctica ilegal que se sigue realizando de forma clandestina. Esos pumas suelen morir prematuramente de ataques cardíacos.
En la provincia de Jujuy es también una especie protegida, por lo que la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu) se encarga de la captura y reubicación de ejemplares denunciados por los pastores como potenciales predadores de ganado, por lo que no es extraño ver de tanto en tanto algún ejemplar enjaulado en la sede del Rectorado de esa casa de altos estudios.
En la provincia de Mendoza es monumento natural, especie protegida, y uno de sus ámbitos más frágiles se da en la región precordillerana de Paramillos de Uspallata.
Fuente: El Patagonico
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