MIÉRCOLES, 15 de marzo.- Mientras el titular de PAMI, Pablo Bautista degustaba uno sándwich de miga y exquisitas masas finas en su despacho junto al Centro de Veteranos de Guerra, abuelos enfermos y cansados, esperaban que el funcionario del PRO se dignara atenderlos. Era increíble presenciar semejante destrato.
Transcurrió toda la mañana, ya habían pasado más de las 12 del mediodía, y los abuelos seguían esperando que Bautista concluyera su refrigerio malvinero, y se dignara a por lo menos cruzar una palabra con los abuelos. Otro signo de soberbia que caracteriza al típico funcionario que «ligó de arriba del cargo» y que «no tiene idea de para que está en ese lugar».
Una abuela indignada, increpó a Bautista por haberlos dejado plantados toda la mañana, y por la falta de respuesta a las prestaciones caídas. Le reclamaron su falta de sensibilidad y compromiso con los jubilados del PAMI. Otra jubilada llegó a reprocharle al funcionario de Mauricio Macri, el haberse apersonado en el domicilio de la abuela para exigirle que “baje un cambio”.
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