DOMINGO, 6 de enero 2019.- Con 14 trineos y siete motos de nieve, los exploradores, integrantes del Ejército, partieron el 28 de noviembre de 1999 de la Base Belgrano II con el objetivo de recorrer los 1500 kilómetros que los separaban del Polo Sur y recibir allí el nuevo año y el cambio de milenio. Aunque fueron demorados por las inclemencias climáticas y el campo de grietas, el día 5 de enero de 2000 izaron la bandera argentina en el vértice del planeta.

Compuesta por experimentados antárticos –el médico Nicolás Bernardi; los técnicos mecánicos Julio Dobarganes y Daniel Paz; el técnico topógrafo Ramón Celayes; el técnico polar Luis Cataldo; y Juan Brusasca, operador de radio–, la expedición estuvo al mando del entonces teniente coronel Víctor Figueroa, avezado andinista que hizo cumbre, entre otros picos, en los volcanes Tupungato y Lanín, y veterano antártico, que cuenta en su haber con cuatro invernadas y más de 15 campañas de verano; así como otra gran hazaña: el haber alcanzado los dos polos geográficos, junto con el suboficial mayor Luis Cataldo, únicos argentinos en lograrlo.

Además de jefe de la expedición que en el año 2000 alcanzó el Polo Sur en motos de nieve, sin ningún tipo de apoyo aéreo, Figueroa fue también responsable de las más complejas patrullas de rescate de las que participó la Argentina.

Ejemplo de ello es la recuperación en septiembre de 2005 de los cuerpos de Teófilo González y Augusto Thibaud, integrantes de la dotación de la base Carlini que habían caído a una grieta, y de los miembros de una patrulla de la base chilena O’Higgins –compuesta por siete personas, tres de las cuales murieron– que a los pocos días tuvo un accidente similar.

 

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