JUEVES, 29 de junio de 2017.- Hace 77 años el arquitecto esloveno Viktor Sulčič diseñó el estadio. Hoy Tomaz Camernik, de la misma nacionalidad, presenta un innovador proyecto de ampliación del actual estadio sin necesidad de comprar las dos manzanas ni molestar a los vecinos.
La Bombonera es mucho más que un estadio. Para los fanáticos deBoca Juniors, es un espacio cargado de identidad y de símbolos de la rica historia del club. Es por eso que la propuesta de construir una nueva cancha fue criticada por muchos hinchas: abandonar la Bombonera implicaría dejar atrás la mística y la pasión que la caracterizan..
En ese marco, el arquitecto esloveno Tomaz Camernik acercó a Boca un nuevo proyecto de ampliación del actual estadio, que implicaría una solución a problemas como el de la capacidad y la visibilidad. Hoy el club tiene más socios que espacio disponible, por lo que este diseño se presenta como una alternativa viable para albergar a más espectadores en cada partido de local.
Camernik ideó su proyecto hace un año y medio. Tiempo atrás, durante su paso por la universidad, había entrado en contacto con la obra del arquitecto -también esloveno- Viktor Sulčič , quien junto a José Luis Delpini y Raúl Bes hizo el diseño original de la Bombonera. Luego, el esloveno perfeccionó su plan con la participación fundamental de Nicolás Sulčič, nieto del constructor, y de Fabián Fiori, integrante del Club Atlético Boca Juniors. Esta semana, la propuesta llegó hasta el presidente de la entidad, Daniel Angelici.
El proyecto implica continuar las tres bandejas en el sector donde hoy se encuentran los palcos. A través de un innovador diseño, estas tribunasse situarán por sobre la vereda, la cual se convertirá en un paseo peatonal con negocios, bares y restaurantes. De esta manera, no habrá que demoler las casas de las manzanas linderas a la Bombonera.
El objetivo es generar una continuidad entre la vieja y la nueva construcción, con el mismo material y los mismos colores que las actuales tribunas. El diseño de estructura abierta permitirá una conexión entre el interior y el exterior del estadio, en el cual se respetará la fachada.
El cuidado del medio ambiente también es una de las claves de la idea de Camernik. La colocación de paneles solares, la recolección de agua y la estructura racional son algunos de los factores que convertirán al estadio en un ejemplo de sustentabilidad.
Desde las nuevas bandejas, los fanáticos podrán ver desde más cerca a los jugadores y prácticamente no se modificarán las medidas del campo de juego, el cual solo se achicará dos metros. El estadio pasará de tener 50 mil a 70 mil localidades para espectadores sentados.
El costo de este proyecto es de unos 50 millones de dólares, los cuales el club podría afrontar sin la necesidad de pedir un préstamo. La construcción demandaría entre seis meses y un año, tiempo en el cual Boca no debería resignar la localía.
Ante las propuestas de construir un nuevo estadio-shopping o de derribar las casas de las manzanas linderas para ampliar la actual Bombonera, el proyecto del arquitecto esloveno se presenta como una alternativa que tiene en cuenta el sentir del hincha.
«Es más escultura que arquitectura. Para mí, la Bombonera es primero un monumento, legado, historia, pasión, y la gente se identifica con ella. Recién después es un estadio», dijo Camernik, quien ya es un hincha fanático más del «Xeneize».
Fuente: infobae
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