El fenómeno se repitió seguido, durante varios momentos de este verano. En estos últimos días con mayor duración y, como consecuencia, también mayor molestia para bañistas que debían andar por las playas entre una extensa franja de algas acumuladas a orillas del mar.

En algunos casos un literal colchón rojo que las olas alimentaban y multiplicaban. En zona de Playa Varese se notó como en ningún otro espacio y, en las últimas horas, el nuevo foco se había advertido en un sector de Playa Popular, a la altura de la rambla casino, en plena postal de la ciudad.

Este viernes, con 34,5°C de máxima y casi 38°C de térmica, la playa no tenía opción B como alivio a semejante calor. Y las algas, despejadas bastante ya de la zona céntrica, molestaron esta vez y algo más en la zona sur, entre los primeros balnearios de Punta Mogotes y el extremo de esa bahía que representa el parador Waikiki.

Allí sí algunos pudieron expresar su queja. “Muchas algas flotando, es como pasar entre telas de araña, no es nada agradable”, contó una turista de La Plata, que recién con el agua por encima de las rodillas encontró una superficie despejada. Mucho de ese residuo vegetal, cuando bajó el mar, quedó entre la playa y las piedras.

Especialistas del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep) confirmaron que esta imagen tan particular es producto y consecuencia de lo que se conoce como arribazón, vinculados a marejadas o movimientos de corrientes potentes en el lecho marino que arrastran la vegetación y la depositan en superficie, sobre suelo firme.

Con cada bajamar el efecto es más visible ya que el agua se retira y lo que queda sobre el frente de balnearios es ese montón de algas, a lo que se suman otros elementos de la vida submarina. En particular huevos de caracoles, livianos y también arrastrados con facilidad por la marea.

Desde Indep confirman que la especie detectada en los análisis de esos restos corresponden a un grupo de algas rojas conocidas como Anotrichium furcellatum y Callithamnion sp, de la familia de las Rodofitas. También un alga verde llamada Bryopsis plumosa, del grupo de las Clorofitas, según surgió de los primeros estudios que se hicieron a principios de diciembre, cuando este fenómeno tuvo su primera aparición importante en estas costas.

Repetición de arribazones

En esta repetición de los arribazones fue el investigador Ricardo Silva, también de Inidep, quien confirmó el origen de esta situación y también llevó tranquilidad en cuanto a que se trata de especies que no representan ningún riesgo sanitario ni ambiental. “No son tóxicas y no suponen ningún problema para la salud humana”, aclaró.

Explicó que derivan de una combinación de mareas altas y fuertes vientos que, como consecuencia, terminan por desprender vegetación submarina que habitualmente está aferrada al lecho marino y entre piedras.

Un colchón de algas rojas cubrió las playas
Un colchón de algas rojas cubrió las playasMauro V. Rizzi

Este escenario se vio en Mar del Plata pero también en otros puntos de la costa atlántica. En estos últimos días, por ejemplo, fue bastante notorio en las playas de Necochea.

Además de la molestia que implica para los bañistas moverse a orillas del mar entre estos restos, el inconveniente adicional es la putrefacción de estas algas. La permanencia en superficie más el calor reinante, con fuerte incidencia del sol, genera un ambiente incómodo para quienes quieren disfrutar de las playas.

Un colchón de algas en Mar del Plata
Un colchón de algas en Mar del PlataCaptura @inidepmdq

En Mar del Plata ya se dispusieron operativos del municipio que, con palas mecánicas, removió volumen importante de estos restos en la zona de Playa Varese, que por su formato de bahía ofrece como una suerte de trampa para estas algas en suspensión.

En Necochea también se estaba preparando un despliegue similar ya que no alcanza con la creciente del mar para que vuelvan a llevarse esos desechos. El trabajo de limpieza será, según anticiparon, también con camiones que transportarán esa importante cantidad de algas a un predio de disposición final de residuos orgánicos.

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