LUNES, 6 de julio 2015.- Una vecina de la ciudad de Río Grande compró en el local de Av. San Martín y PiedraBuena, dos bandejas de carne picada, al llegar a su hogar encontró un tornillo en una de las bandejas.
La clienta, indignada, se dirigió hasta el supermercado para hacer el reclamo correspondiente donde fue atendida por un supervisor quien le ofreció cambiar la carne por otra mercadería o carne en compensación. Allí parecía todo resuelto, pero a llegar a su vivienda, y al abrir el paquete se encontró con una nueva sorpresa: la carne tenía un fuerte olor a podrido.
Esta vez la clienta se dirigió al área de bromatología de la Municipalidad de Río Grande, quedando la carne en la dependencia para su posterior examen y le manifestaron a la vecina que concurra nuevamente al supermercado para hacer el pertinente reclamo.
Al llegar al supermercado por tercera vez, fue atendida por el mismo supervisor quien le ofreció nuevamente carne, pero esta vez la clienta no acepto.
Por tanto lo único que se llevó fue el ticket por el valor de la compra que realizo en carne, para hacer utilizado dentro de los treinta días y en esa sucursal de Carrefour.
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