DOMINGO, 3 de septiembre 2017.- No es la primera vez pero no deja de ser notable que, ante la demora en establecer nuevos derechos para los trabajadores a nivel legislativo, parte del sector privado tome iniciativas para cambiar el entorno de trabajo en lo que respecta a sus propios empleados.
Cuando el cambio se da de esta forma, son un puñado las «empresas escuela» que inclinan la balanza y de a poco se instalan como referencia para el resto, que modifica sus propios «usos y costumbres» para adaptarse a las mejores prácticas. Son esfuerzos que suman y construyen a la par de los avances legislativos, que requieren otros tiempos y consensos.
Eso es lo que pretende la firma de venta directa Avon, que presentó este jueves en el Salón Parodi del Congreso Nacional su Protocolo y Licencia por Violencia de Género, y que según afirman, es la primera en su tipo en el país.
Avon definió a través de su Fundación un protocolo que permitirá identificar casos y acompañar a las víctimas en los procesos personales, emocionales, legales y familiares con absoluta confidencialidad y asegurando la continuidad de su fuente de trabajo.
La convocatoria para su presentación contó con el apoyo de varios legisladores que presentaron ya proyectos de ley en torno a establecer este derecho para los trabajadores, y de organismos sin fines de lucro que luchan contra este tipo de violencia.
Pero también se invitó a la presentación a ejecutivos de distintas empresas líderes del país, incluso las de belleza y cosmética, y a dirigentes gremiales vinculados a la actividad, con la esperanza de multiplicar los esfuerzos más allá del alcance de Avon.
«Quiero felicitar a la empresa por tomar este tema en su agenda y espero que genere un efecto contagio», resumió Fabiana Tuñez, presidenta del Consejo Nacional de las Mujeres.
Recordó que hasta ahora las víctimas se deben tomar vacaciones o licencia psiquiátrica para lidiar con los trámites y «efectos devastadores» que traen aparejados este tipo de casos, lo que luego puede ser usado en su contra para quitarles la tenencia de sus hijos.
Para Andrea Balzano, coordinadora del Área de Género del PNUD, también se trata de una «iniciativa innovadora a imitar», sobre todo cuando, según aportó, una de cada tres mujeres en el mundo sufre violencia de género y alrededor del 30% de las mujeres en Latinoamérica han reportado también casos en el ámbito laboral.
Clara Santamarina, co-coordinadora del Área Legal de la Casa del Encuentro -quien trabajó junto a la Fundación Avon en la creación del protocolo-, recordó que el Observatorio de Femicidios de la entidad muestra que una mujer muere asesinada en la Argentina cada 30 horas por violencia de género.
Y remarcó que las víctimas se cuestionan una y otra vez salir de la situación violenta, por la dependencia económica que mantienen con su agresor.
«No solo es importante que pueda conseguir un trabajo y un ingreso propio sino que lo pueda mantener más allá de las ausencias que le genere salir. Que un empleador te diga ‘te creo, te vamos a acompañar y no te tenés que tomar vacaciones sino que le vamos a poner el nombre que corresponde a esto que te pasó’ ya es enorme», destacó.
Más allá de los esfuerzos puntuales de la compañía de venta directa y otras grandes empresas, Tuñez se mostró confiada de que pronto se podrá incorporar la temática de la licencia a la agenda legislativa con amplio consenso, como se hizo antes con la paridad de género o los reclamos por mayor presupuesto para atender a las víctimas.
Tan solo en la Cámara de Diputados se han presentado proyectos de ley que abordan la licencia por esta causa tanto desde el oficialismo como por parte de la Unión Cívica Radical, el Frente Renovador, el Kirchnerismo y la Izquierda.
«Este tema nos involucra a todos de manera transversal y la mejor expresión de ello es la representación que ha tenido en todos los bloques. Porque cuando nos golpean no nos preguntan de qué partido somos, a quién votamos o a qué sindicato pertenecemos. Por eso esta colaboración es la mejor forma de trabajar para lograr el avance legislativo», expresó.
Facilitar la salida
A partir de un trabajo realizado por la Fundación Avon, con el asesoramiento de La Casa del Encuentro y organismos del Estado de San Isidro y Vicente López, se determinaron cuáles eran los principales obstáculos que enfrentaban las mujeres en casos de violencia de género o familiar, los procesos emocionales y psicológicos que atravesaban, y también los trámites administrativos y judiciales que deben realizar aquellas que denuncian a su agresor.
En base a ese trabajo, y para dar entidad a la violencia contra las mujeres dentro del ámbito laboral, Avon decidió incorporar a su paquete de licencias ya existente, con el mismo nivel de importancia, una específica destinada a víctimas de este tipo de violencia.
«Es una deuda que teníamos con nuestras empleadas y hoy la estamos saldando. Avon tiene como visión mejorar la vida de las mujeres en todo el mundo y desde sus origenes le permitió a muchas de ellas tener independencia económica. Pero mirábamos puertas adentro y nos faltaba esto», expresó Florencia Yanuzzio, directora ejecutiva de la Fundación Avon.
La medida otorga a las empleadas que manifiestan encontrarse en esta situación una licencia de 10 días hábiles, contínuos o discontínuos, que además son renovables en caso de que ellas lo necesiten.
«El segundo punto es que le garantizamos a las trabajadoras extrema confidencialidad de toda la información suministrada bajo este protocolo», aclaró Yanuzzio.
Según describió Ana Inés Álvarez, encargada del programa «Alza la Voz contra la Violencia de Género» de la Fundación, lo que diferencia a la licencia de Avon es que no es necesario que la víctima realice la denuncia policial para acceder al beneficio que le permitirá comenzar a reconstruir su vida.
«Queremos acompañar a la empleada que es víctima de un hecho violento, facilitar la salida y no forzarla a tomar como primer paso la decisión de denunciar. El objetivo es que tome esa decisión cuando esté lista para ello y pueda sostenerla en el tiempo», dijo a iProfesional la ejecutiva.
Ese respeto por la autonomía e independencia de las empleadas y el hecho de que este protocolo se estableciera por propia iniciativa de la compañía y no por requerimiento de un sindicato, es lo que convierte a la licencia de Avon en la primera en su tipo en instalarse en el país, según aseguraron a este medio desde la compañía de venta directa.
Para acceder a la licencia las empleadas pueden acudir en primera instancia a su superior directo, el equipo de Recursos Humanos o la Fundación Avon. En conjunto con organizaciones y especialistas en esta materia se determinará con absoluta confidencialidad el mejor acompañamiento para lograr una asistencia integral de la persona.
Para ello, todos los líderes de equipo en las oficinas de la empresa, ubicadas en Moreno y San Fernando, fueron capacitados en escucha activa, y se estableció un procedimiento de entrevista que se realiza de a dos personas.
«El objetivo central es darle a las empleadas la tranquilidad de que su fuente de trabajo no se va a ver denigrada, y también ser inspiración tanto para otras empresas, para que la gente entienda que esto es un derecho que tienen que tener todas las mujeres, como para los legisladores que trabajan para ingresar esta licencia en la Ley de Contrato de Trabajo», cerró Yanuzzio.
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