VIERNES, 4 de mayo 2018.- Desde en octubre último, que rige la liberación de precios en la comercialización de combustibles la nafta súper en la Ciudad de Buenos Aires, se encareció entre 27 y 28%, según las marcas, al pasar de 19,74 a 25,41 pesos en los últimos siete meses.
Los estacioneros deben aplicar también aumentos para cubrir el costo de aumentos tarifarios en los servicios públicos y las alzas salariales de paritarias, que se cerraron en torno al 15% y con cláusula gatillo con los gremios del sector.
En el ajuste del precio de los combustibles incide también la reciente modificación del precio de adquisición del biodiésel para su mezcla obligatoria con gasoil.
El viernes último el gobierno subió de $17,9 a $18,2 el valor de biodiésel por tonelada desde mayo, lo que implicó un incremento de 1,53% comparado con abril y de casi 5% frente a marzo.
Si se suma el componente del biodiésel al aumento de las naftas la suba en los precios que viene deberá estar por encima del 8%.
No obstante, en fuentes del Ministerio de Energía se estimó que el gobierno no autorizará un incremento tan alto, por su impacto en el resto de los precios de la economía, que podría profundizar el alza inflacionario.
La petrolera estatal YPF aplicó ajustes promedio de 6% en diciembre último, del 4,5% en enero, 3,5% en febrero y 3% en abril último, que fueron seguidos por las demás empresas del sector.
Como YPF es la que por su peso en el mercado regula el precio de venta, se cree que el gobierno permitirá un incremento por debajo del 7%.
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