LUNES, 10 de junio 2019.-Desde la Facultad de Odontología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) lanzamos una seria advertencia por el uso de piercings en zona bucal ya que pueden provocar desgarros o alteraciones de la mucosa oral o peribucal. También puede causar edemas en las papilas linguales, formación de quistes y tumores, rotura y pérdida de piezas dentales. Si el paciente tuviera una corona de porcelana, podría llegar a fracturarse.
En nuestra Facultad, donde atendemos a más de 200.000 personas por año y efectuamos unas 270 mil prácticas, encontramos importantes cantidades de patologías asociadas al uso del piercing y vemos una tendencia cada vez más marcada y creciente. Algunas de las complicaciones cuando se perfora un espacio corporal son infecciones por agentes micóticos.
En la zona bucal, también está descrito científicamente el aumento del estímulo del flujo salival. El piercing labial o lingual también puede producir lesión en tejido periodontal en las encias debido al trauma continuo del metal contra este tejido. En el caso de hacerse un piercing, lo ideal sería utilizar oro de 14/18 kilates o acero quirúrgico, de ninguna manera se debería recurrir a los que están bañados en niquel porque son nocivos, tampoco madera, hueso ni plástico.
A los piercings ya los usaban los griegos, los egipcios, los romanos, los mayas, los aztecas. Más que una «nueva moda» es una «vieja moda modernizada». También los usaban los esquimales. Se utilizaron para marcar diferencias sociales y religiosas y destacar algún signo de virilidad. También se los usaba con fines estéticos. El cristianismo los puso en desuso. Pero en algunos países, como Brasil o Etiopía, aún eran usados por cuestiones tribales/materiales.
Un estudio con resultados reveladores
En la facultad, efectuamos una investigación científica en campo con alumnos de escuelas públicas de capital y el conurbano de 12 a 20 años y el 49.91% de los niños tenían algún piercing, de los cuales el 18.8% eran en la zona bucal y peribucal y el 70%, en el labio. Un punto interesante que puso en evidencia este trabajo es que la mayoría de estos jóvenes, no tenía información sobre el riesgo del uso del piercing.
Estos estudios que realizamos en la Argentina van en consonancia con otros estudios y autores del extranjero que hallaron porcentajes muy elevados entre alumnos jóvenes que usan piercing. Es decir, parecería tratarse de un problema global y no sólo de nuestro país. El estudio fue llevado a cabo por la cátedra de Odontopediatría de la facultad de Odontología de la UBA entre 2008 y 2010 en escuelas de gestión pública en Capital Federal y el conurbano bonaerense.
El abordaje científico no sólo trajo consigo la reveladora cantidad de jóvenes que usan piercing sino que dejó en evidencia que la persistencia o la presencia de largos periodos de uso de piercing puede traer serias y graves consecuencias sobre la salud bucal, como lesiones irreversibles en la cavidad peribucal y oral con su consecuente complicación en la salud general.
Las recomendaciones y las lesiones
A los prestadores de salud, les cabe educar y controlar estos casos y motivar a los pacientes a realizar chequeos odontológicos durante el período de uso del piercing. Como medidas de cuidado en período de cicatrización, hay que tener un correcto cepillado, evitar exposición solar, no usar maquillaje, no tomar alcohol, no comer picante, no fumar y
Entre las lesiones dentales, encontramos fracturas de esmalte, dentina, coronaria y radicular. Las lesiones pulpares por trauma incluyen daños en las restauraciones, ya sea en resinas, amalgamas o coronas. También se observa succión o bruxismo, que es el defecto de apretar los dientes, sensibilidad pulpar y sensibilidad a alimentos muy fríos o muy calientes.
Hay también acumulación de placa, inflamación y retraccion gengival, reabsorción ósea, poleas periodontales, quistes, tumores, trastornos sensitivos y motores, infecciones en piso de boca, edema, desgarro, alteración de papilas e hiperplasia. Una advertencia más que si bien no es muy común, puede llegar a ocurrir: cuando el piercing se coloca en lengua puede haber un edema postoperatorio como lo hay cuando se coloca un implante.
El piercing en el piso de la cavidad bucal puede desencadenar en algo que se llama Angina de Ludwig, que es una infección muy severa que puede llegar al mediastino y causar un problema cardíaco.
Comentario de Facebook