JUEVES, 21 de septiembre 2017.- La investigación empezó hace poco menos de un mes, cuando una mujer denuncio que su primo, con quien mantenía una relación sentimental, había violado a su hija de 8 años. Sin embargo, terminó convirtiéndose de víctima en victimaria y ayer la imputaron como partícipe necesaria de los abusos. La madre de la menor se presentó en la comisaría santiagueña de La Banda.
La Justicia fue primero por el acusado, que quedó detenido inmediatamente después de la denuncia. Pero las sospechas empezaron a abrirse un día después cuando, en lugar de ratificar sus dichos, la mujer intentó retirar la acusación.
Tampoco facilitó que pudieran tomarle declaración en Cámara Gesell a la nena. Las excusas de la madre se sucedían para evitar que su hija preste testimonio hasta que la fiscalía actuó de oficio.
El primer relato de la víctima fue evidentemente condicionado por su mamá y no conformó a los especialistas, que siguieron con la investigación. Así se reveló que un año atrás, una hermana adolescente de la chica se había presentado en el juzgado y contó que su hermanita era abusada por el padrastro.
En ese momento, la madre se negó a denunciarlo pero fue suficiente para que ahora pudieran solicitar una nueva Cámara Gesell. Esta vez, durante más de una hora la víctima dio detalles de los abusos que habían empezado hace cuatro años. Contó que la primera vez que su mamá la encontró desnuda en la cama con el acusado le pegó a ella pero que después, le sacaba fotos cada vez que la violaba.
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