LUNES, 1 de julio de 2019.- El amigo y hermano de la vida de Mauricio Macri, Nicolás ‘Nicky’ Caputo fue nombrado cónsul en Singapur en diciembre pasado. Esa postulación tuvo el acuerdo del Congreso de la Nación. La razón del destino de Caputo no podía ser más evidente: Singapur aspira a quedarse con la licitación de las obras del nuevo Puerto de Buenos Aires con una concesión por 50 años. Nicky intentará cerrar el negocio antes de que termine el año porque, además de que se desconoce si Macri reelegirá, las concesiones actuales del puerto vencen en mayo de 2020. Desde la Cámara de Diputados, piden que se presenten a dar explicaciones el ministro de Transporte Guillermo Dietrich y el administrador general de Puertos, Gonzalo Mórtola. Denuncian que no hubo estudios de impacto ambiental ni audiencias públicas.
A más de 6 meses de que Nicolás ‘Nicky’ Caputo fuera designado como cónsul en Singapur (a propuesta del Presidente y con acuerdo del Congreso), empiezan a detectarse movimientos sospechosos en el Puerto de Buenos Aires conforme avanza el año y se acercan las elecciones presidenciales donde Mauricio Macri no tiene asegurada la reelección.
También se agota el tiempo para el fin de las concesiones actuales que caducan en mayo de 2020.
Desde la oposición advierten que se han reducido de tres operadores portuarios a uno; que el plazo de concesión de 50 años es muy extenso; que la Administración Pública Nacional ha eludido el control del Congreso de la Nación para proceso licitatorio; que tampoco se han realizado estudios de impacto ambiental y ponen dudas sobre las audiencias públicas según dispone la ley 25.675.
Con estas dudas y sospechas, en la Cámara de Diputados de la Nación, los diputados José Luis Gioja y Rodolfo Tailhade pidieron la presencia en el Legislativo del ministro Guillermo Dietrich y del administrador general de Puertos, Gonzalo Mórtola, para que brinden información sobre la licitación del Puerto.
El vicepresidente de la Cámara baja, Gioja, a través de un proyecto que lleva el número D-3184-2019, solicita la presencia en el Parlamento de Dietrich y Mórtola para que respondan sobre las razones que motivan la reducción de tres operadores portuarios a sólo uno; las motivaciones para extender la licitación a un plazo de 50 años; por qué no se han realizado los estudios de impacto ambiental, ya que se prevé la construcción de una nueva Terminal ganándole espacio al Río de la Plata; qué medidas se tomarán para garantizar la participación de los trabajadores en el proceso licitatorio y la continuidad laboral de los mismos.
“El Gobierno pretende construir una Terminal Portuaria Exterior, que no es otra cosa que una isla de 120.000 metros cuadrados que se le ganarán al Río de la Plata y que se construirá utilizando 1.135.000 metros cúbicos de relleno, sin la realización de los estudios de impacto ambiental ni las audiencias públicas correspondientes”, planteó Gioja.
En ese mismo orden de cosas, el legislador sanjuanino sostuvo que “es de locos o de un Gobierno poco afecto al control parlamentario no darle intervención al Congreso en una licitación trascendental como esta, ya que por el Puerto de Buenos Aires pasa el 75% del comercio exterior del país, se pretende otorgar la operatoria portuaria por 35 años prorrogables por 15 más a un solo operador, y hacer una isla en el Río de la Plata sin los estudios de impacto ambiental”.
En tanto, el pedido de información pública presentado por Tailhade, también solicita que se remita copia de la Resolución 129/16, por la cual se contrató de manera directa y por 700.000 dólares a la española Indra para la “estructuración, promoción y concurso de terminales de contenedores del Puerto de Buenos Aires”.
“Hay un direccionamiento notorio de la licitación para que la gane PSA, una empresa de Singapur cuyo lobbysta en Argentina es el cónsul del país asiático, Nicolas Caputo, el hermano de la vida de Mauricio Macri”, sostuvo Tailhade, y remarcó que “pretenden abrir los sobres de las ofertas en octubre y entregar la concesión en noviembre; está claro que Macri y sus amigos se quieren quedar con una de las licitaciones más importantes de la historia argentina antes de entregar el poder”.
“Se busca aprovechar que se van a quedar con el puerto de Buenos Aires para generar desarrollos millonarios: quieren hacer terminales de cruceros y levantar complejos comerciales para beneficiar a los amigos de Macri y Horacio Rodríguez Larreta”, advirtió Tailhade.
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